Se ha convertido en el objeto de deseo de coleccionistas y amantes de la moda: el adorable y peculiar muñeco conocido como Labubu. Con su diseño de duende con dientes puntiagudos y grandes orejas, este juguete, creado por el artista de Hong Kong Kasing Lung, ha inundado las redes sociales y estanterías de tiendas en todo el mundo, consolidándose como un fenómeno viral.
Sin embargo, su adorable apariencia esconde una leyenda urbana que ha erizado la piel de miles de usuarios en plataformas como TikTok e Instagram.
Aunque la historia original de Kasing Lung presenta a Labubu como un elfo travieso pero de buen corazón que vive en los bosques, la viralidad de internet ha tejido una narrativa mucho más oscura. Según una escalofriante leyenda urbana que ha cobrado vida en las redes, estos muñecos no son simples juguetes.
La escalofriante historia de los Labubus
La historia, que se ha difundido a través de «creepy pastas» y hilos de Twitter, sostiene que los Labubus son en realidad espíritus de duendes que se adhieren a sus dueños. La leyenda cuenta que si un Labubu se cae de una estantería sin razón aparente, es porque el duende que lo habita se ha liberado y comenzará a seguir a su dueño, susurrándole al oído y provocando pequeños accidentes para atormentarlo. El único modo de «calmar» al espíritu es comprarle un «amigo» para que no se sienta solo.
Otra versión de la leyenda asegura que los muñecos se mueven por la noche, cambiando de posición o apareciendo en lugares inesperados, y que si su dueño no los trata con «cariño», pueden traer mala suerte o perder su «magia».
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