El escultor japonés Noriyuki Saitoh sorprende con sus increíbles insectos con bambú de tamaño real, su increíble talento que le permite crear intrincadas esculturas.
El artista intenta que sus criaturas sean lo más parecidas a las de la vida real y en ocasiones parecen tan real que cuesta creer que hayan sido hechas por manos humanas, según Bored Panda.
“No preparamos especímenes ni réplicas, medimos estrictamente las dimensiones y damos prioridad a la apariencia, los rasgos y sensaciones más que intentar que las proporciones sean exactas,” dijo el artista.