Este lunes la Cruz Roja confirmó la muerte de 312 personas y al menos 600 heridos, tras las inundaciones y deslizamientos de tierra en Sierra Leona, provocados por las fuertes lluvias en diferentes puntos de África.
Según el reporte de los médicos locales, entre las víctimas mortales hay decenas de niños. La Cruz Roja considera que la situación es «muy preocupante» y teme que la cifra de fallecidos y afectados crezca en las próximas horas a medida que avancen los trabajos de rescate en las zonas afectadas.
Por su parte, la Media Luna Roja (FICR), con sede en Ginebra (Suiza), cifró el número de damnificados en más de mil. Por lo que se considera como uno de los peores desastres naturales de los últimos años en el país.
Medios locales han publicado que los servicios de emergencia a duras penas consiguen gestionar la recogida de cadáveres de las víctimas, que en su mayoría son trasladados a la morgue del Hospital de Connaught, y citaron al vicepresidente del país, Víctor Fog, admitiendo que teme que centenares de personas sigan «sepultadas bajo el lodo».
Algunos medios calculan que unas 2.000 personas han quedado sin techo y subrayan que en la capital, que tiene un millón de habitantes, faltan ambulancias para recoger los cadáveres, además de que la funeraria de la ciudad está colapsada.
También destacan que representantes de las autoridades admiten que temen una catástrofe humanitaria debido a la magnitud y gravedad del desastre provocado por las fuertes lluvias, frecuentes en esta época del año.
Los servicios de emergencia del país, en colaboración con la Cruz Roja, están intentando rescatar a las personas atrapadas en las casas, que han quedado cubiertas por el barro después de que una parte de esa montaña colapsara.
Unidades del ejército se han sumado a la policía y los servicios de emergencia para ayudar a rescatar a supervivientes y recoger los cadáveres de las víctimas mortales, atrapadas mientras dormían en sus casas en la madrugada.
Con información de El Universal