Este lunes el venezolano Félix Hernández, tendrá la oportunidad de sorprender a una niña de ocho años, Sophia Robinson, cumplirá su sueño junto a varios jugadores de los Marineros y en presencia de unos 45.000 aficionados.
Como ya es tradición, el Día Inaugural en Safeco Field, un niño que sufre de alguna enfermedad, es escogido por la fundación Make-A-Whish (Pide Un Deseo), para correr las bases antes del primer pitcheo y al llegar al plato es recibido con los brazos abiertos por varios jugadores.
La estrella de los Marineros conoció a la pequeña de Anchorage, Alaska, hace cuatro años como parte de otra gestión de Make-A-Wish.
Hernández se dedicó de lleno a la pequeñita, que estaba lidiando con una seria condición del corazón. Juntos se sentaron en la tierra de la pista de seguridad frente al dugout para dibujar figuras. Después fue su anfitrión dentro del club house y en el comedor de los jugadores.
“Recuerdo que tuvimos una competencia para ver quién comía más corn dogs”, recordó Hernández con una sonrisa. “Fue divertido. Ganó ella”.
Pero Hernández no dejó las cosas ahí. El as de los Marineros se mantuvo en contacto con Sofía y su familia. Los ha recibido para cenar en su casa de Seattle cuando los Robinson han tenido que regresar a la ciudad para las frecuentes visitas al hospital. También ha mantenido una amistad con Sophia, con quien se envía mensajes de texto. Y no, no hablan de cómo está lanzando Félix.
Es una amistad muy especial para una niña que ha tenido que someterse a seis cirugías de corazón y que tendrá que pasar por una séptima. Sufre de una condición conocida como Defecto del Septo Ventricular (una especie de hoyo congénito en el corazón), además de una reducción de la arteria aorta que lleva la sangre a sus órganos.
“Seremos amigos por siempre. Es una niña muy fuerte”, dijo Hernández. “Es alguien muy especial”.
Con información de LVBP