El jefe de las Fuerzas Armadas de Francia, Pierre De Villiers, renunció tras una acalorada discusión con el presidente, Emmanuel Macron, quien lo reprendió por haberse quejado ante parlamentarios por los recortes presupuestarios en materia de Defensa.
Villiers, de 60 años, aseguró que con el recorte de recursos no se ve en condiciones de mantener «la fuerte defensa que creo que es necesaria para garantizar la protección de Francia y de los franceses«, según un comunicado citado por la prensa francesa.
El jefe militar había criticado la disminución de la partida de Defensa para este año (850 millones de euros), dentro del ajuste general de los presupuestos de todos los ministerios (4.500 millones) anunciado por el Gobierno de Macron para frenar el déficit fiscal.
La ministra de Defensa, Florence Parly, insistió en que pese a la disminución anunciada para este ejercicio, los recursos para su cartera serán este año «equivalentes» a lo que se había fijado en el proyecto inicial de presupuestos, es decir 32.700 millones de euros, y que habrá un incremento del 5 % para 2018.
En una entrevista publicada hoy por «Le Figaro», la ministra indicó que las reducciones en 2017 afectarán a «los programas de inversión de largo plazo». Por tanto, eso no tendrá impacto en el presupuesto de intervención», en las operaciones del Ejército.
Parly reiteró el compromiso de Macron para aumentar el presupuesto militar hasta el 2 % del PBI en el horizonte de 2025.
La polémica se abrió el pasado día 12 de julio, cuando De Villiers compareció ante la comisión de Defensa de la Asamblea Nacional y algunos de los diputados que participaban en esa reunión a puerta cerrada filtraron los dichos del jefe de las Fuerzas Armadas.
De Villiers, después de señalar que en el pasado ya se habían visto decepcionados por las promesas electorales una vez que un Gobierno entraba en funciones, advirtió de que esta vez no tenía intención de que lo «jodieran así una vez más».
La respuesta de Macron llegó al día siguiente, en un encuentro tradicional con la cúpula militar la víspera del 14 de julio en que se conmemora la Revolución Francesa, donde -sin citar por su nombre a De Villiers- el mandatario subrayó que «no es digno llevar ciertos debates a la plaza pública».
Con información de Clarín