En los últimos cuatro días fueron detenidos al menos 498 inmigrantes que vivían en «ciudades santuarios» de Estados Unidos (EE.UU.), tras un operativo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Los detenidos de acuerdo al ICE, procedentes de 42 países, tienen antecedentes penales, pertenecen a pandillas o han entrado irregularmente a EE.UU. luego de haber sido deportados en anteriores ocasiones.
El mega operativo denominado “Ciudad Segura” se desarrolló en once lugares que se niegan a colaborar con las autoridades federales para deportar a inmigrantes: los estados de Massachusetts e Illinois, los condados de Cook County (Illinois) y Santa Clara (California), así como las ciudades de Baltimore, Denver, Los Ángeles, Nueva York, Filadelfia, Portland y Washington.
El director interino del ICE, Thomas Homan, tras la persecución denunció que las «ciudades santuario» son un «imán para la inmigración ilegal, porque los coyotes o polleros (traficantes de personas) están usando a estos lugares para fomentar la idea de que existen refugios seguros en EE.UU.».
Desde la llegada a la Casa Blanca del presidente Donald Trump se ha emprendido una batalla contra «las ciudades santuario», a las que acusa de poner en peligro la seguridad de sus ciudadanos y a las que ha tratado de privar de fondos federales, destinados por ejemplo a mejorar el equipo policial de sus agentes.
Este término es utilizado para llamar a las ciudades estadounidenses que limitan su colaboración con las autoridades federales de inmigración, al no ser un término legal, varía la forma de implementarlo, puede ser en la legislación o prácticas de la policía local.
Con información de Telesur