Este viernes, el Gobierno venezolano expresó que la administración de Donald Trump ejerce presión sobre la oposición del país suramericano «en su afán de derrocar» al gobierno de Nicolás Maduro.
Caracas condenó el documento publicado este jueves por el Departamento de Estado con declaraciones de la embajadora de EEUU, ante la Organización de Naciones Unidad (ONU), Nikki Haley, donde califica la participación de la delegación gubernamental en el proceso de diálogo con la oposición como una «parodia» de Maduro «para destruir la democracia en Venezuela».
Las conversaciones entre el Gobierno y la oposición se vieron suspendidas debido a que no se llegó a un acuerdo este miércoles 7 de febrero en República Dominicana, a pesar de que la delegación gubernamental suscribió un documento final, que presuntamente había sido aceptado por las partes previamente.
Presiones
En el texto emanado por la cancillería de Venezuela se afirma que «el régimen supremacista de Donald Trump» presionó a sus «subordinados internos» para que no reconocieran los «logros alcanzados en la mesa de diálogo» en República Dominicana.
Jorge Rodríguez, jefe de la delegación del Gobierno, denunció que los dirigentes opositores recibieron llamadas telefónicas mientras ocurrían las reuniones en la cancillería dominicana para evitar que firmaran un acuerdo definitivo.
Según el documento, las acciones emanadas de la Casa Blanca buscan ampliar las sanciones «coercitivas, que tanto daño han causado al pueblo venezolano», reseñó Actualidad RT.