(Valencia, 19 de octubre. dpa) En Luxemburgo comenzaron las celebraciones por la boda entre el príncipe heredero Guillermo y la condesa Stéphanie de Lannoy, que se casan hoy por lo civil y mañana por la Iglesia.
Unos 200 invitados asistieron esta mañana a una recepción en el Gran Teatro de la ciudad organizada por el gobierno.
Entre los presentes había ciudadanos que nacieron el mismo día que el príncipe, de 30 años, y la condesa, de 28, así como ex compañeros de escuela de ambos.
Esta tarde será la boda civil en la alcaldía de la capital, a lo que seguirá mañana la celebración religiosa en la catedral de Nuestra Señora, en presencia de miembros de la realeza de toda Europa, entre ellos los príncipes españoles Felipe y Letizia o la princesa Carolina de Mónaco.
Guillermo sucederá un día en el trono a su padre, el gran duque de Luxemburgo Enrique. Su futura esposa, Stéphanie, pertenece a una de las más antiguas familias nobles de Bélgica. Tras su matrimonio, la politóloga y filologa germana se convertirá en luxemburguesa.
El príncipe heredero será el séptimo sucesor al trono de la rama luxemburguesa de la dinastía Nassau-Weilburg. Tiene además el título de príncipe heredero de Nassau y príncipe de Borbón-Parma. El título de gran duque es para los príncipes en el rango situado entre duque y rey.
El Estado y la ciudad de Luxemburgo gastarán un total de 650.000 euros en el acontecimiento.