Keith Edmund Gavin murió la semana pasada luego de ser condenado a la inyección letal. El 6 de marzo de 1998 cometió un crimen, el cual nunca negó. Gavin había estado pagando condena.
Había sido condenado a 34 años, cuando había pagado ya una pena de 17 años salió en libertad condicional asesinando a un hombre. William Clinton era conductor de una empresa de envíos.
El 6 de marzo de 1998 cumplía aniversario con su esposa y se detuvo en un cajero para retirar dinero y llevarla a cenar. No quiso perder tiempo, aunque eran minutos lo que iba a pasar en un cajero, pero esa tarde todo fue diferente.
Estacionó la furgoneta de envíos, ya había terminado de repartir las encomiendas, solo pensaba pasarla bien esa noche con su esposa. Pero al llegar al cajeo y retirar el dinero no pensó en que algo podría sucederle.
Keith Edmund Gavin al acecho
Gavin al ver a Clinton salir del cajero automático, pensó que era una presa fácil para robarlo. Es por ello que enseguida lo abordó cuando este estaba en la furgoneta disparó contra él. Gavin lo empujó al puesto del copiloto dejándolo sin vida.
Un policía enseguida vio que algo no estaba bien, Gavin tenía el dinero en la mano y decidió huir en la furgoneta pero fue capturado más adelante. La policía se sorprendió de lo que había hecho, estaba en libertad condicional pero quedaría ahora sometido a una cadena perpetua.
Gavin no habló más del tema, cambió de religión en la prisión y decidió esperar el 18 de julio de este año cuando murió por la inyección letal. Era uno de los reos más callados y de muy poco hablar. A los 64 años de vida falleció Gavin, quien desde los 22 años ya estaba en prisión.
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