En un espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LIX cargado de simbolismo y mensajes poderosos, Kendrick Lamar no dejó pasar la oportunidad de avivar su ya conocida rivalidad con Drake.
El evento arrancó con una imponente introducción a cargo de Samuel L. Jackson, quien, vestido como el icónico Uncle Sam, ofreció un guiño patriótico al público mientras daba paso a Lamar.
Asimismo, el escenario, adornado con elementos urbanos como coches y farolas, se iluminó con los colores rojo, blanco y azul, que también dominaron el vestuario de los bailarines. Entre ellos destacó Serena Williams, quien lució un atuendo azul y ejecutó su característico Crip Walk.
El rapero de Compton, California, interpretó un segmento de su canción «Not Like Us», un tema cargado de fuertes acusaciones contra Drake, incluyendo referencias a su vida personal y controversias pasadas.
Kendrick Lamar Super Bowl
La actuación de Lamar fue una sorpresa para muchos, ya que no se esperaba que llevara su «beef» personal a un escenario de tanta magnitud. Sin embargo, el rapero dejó claro que no tiene miedo de expresar sus diferencias y opiniones, incluso en el evento más visto del año.
Algunos aplaudieron la valentía de Lamar y su disposición a abordar temas difíciles, mientras que otros criticaron su decisión de convertir el Super Bowl en un escenario para sus problemas personales.
Más allá de la polémica, la actuación de Kendrick Lamar en el Super Bowl dejó en claro que la rivalidad entre ambos raperos está lejos de terminar. Con letras cargadas de veneno y referencias personales, Lamar envió un mensaje claro a Drake: la batalla continúa.
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