Carlos había escuchado la leyenda de la mujer en las madrugadas de Bogotá, aquella noche el taxista estaba estacionado. Era una noche de muy pocos pasajeros, llegó uno y lo llevó, regresando a baja velocidad al terminal.
Eran las dos de la madrugada, cuando saboreaba un café y estaba esperando a ver si llegaba otra persona. Mientras también revisaba el celular para ver el Instagram como otras redes en la noche.
Llegó una pareja la cual las llevó a una de las zonas cercanas, cuando regresa ve a una dama de cabello negro largo y rostro sensual. Decidió bajar la velocidad y decir… ¡taxi! ¡taxi!, mientras la mujer sin medir palabras se subió.
La dama se montó en el carro, iba vestida de negro, y solo le dijo a Carlos… ¡conduzca yo le dio donde voy!. Iba a una velocidad moderada, pero se sorprendía de aquella belleza de la mujer, el rostro, los cabellos.
“Wow es bellísima”, dijo en silencio, mientras prefirió concentrarse en la vía de la capital colombiana, “ve esa avenida que viene, cruce a la derecha”. Dijo la mujer la cual solo iba viendo por la ventana.
La mujer en las madrugadas de Bogotá
Ya cercano al urbanismo de Los Rosales, la dama le dijo… “donde está casa a oscuras… me deja allí”. Carlos se sorprendió que la mujer le dio mucho más de la tarifa que el había dicho. “Gracias buenas noches”, dijo la misteriosa mujer.
Carlos enseguida… decidió decirle… “no le da miedo estar sola a esta hora de la noche, por allí. Una mujer sola, así sin nadie que la acompañe”. La mujer antes de bajarse del taxi… suspirando y con mucha seriedad le dijo algo que le heló los huesos.
“Cuando estaba viva sí, ya no”… bajándose del carro, Carlos se quedó sorprendido con la respuesta. Como decidió respirar profundo y salir de la calle, al ver por el espejo vio como la dama desapareció entre las sombras.
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