La fe de un emprendedor es admirable, es digna de reportajes, entrevistas y hasta de documentales. Estas personas forman parte de la economía venezolana, desde la pandemia se dieron a conocer.
Aunque en el país hay personas que tiene décadas emprendiendo, estos son garantes de su negocio, por más pequeño que sea. Tienen una fe inquebrantable, muchos esperan la primera compra, con ese dinero se persignan agradeciendo al Creador del Universo.
Otros los miras contentos por hacer la primera venta del día… y te dicen… “sabe lo que eso significa”. El emprendedor es una persona luchadora, capaz, retadora, tiene grandes sueños pero también tiene los pies sobre la tierra.
La imaginación ha sido parte fuerte de estos protagonistas, han creado incluso bodegas como miniempresas. Se uniforman y hasta pagan el impuesto, repetimos por más pequeños que sea el negocio.
Un emprendedor en Venezuela es conocedor de algo, como lo es la competencia que tienen. Pero hay algo que reina entre ellos y es el respeto, hay mucho respeto entre lo que tienen, mercancía y demás. Y algo muy importante no se copian, son originales.
La fe de un emprendedor
Vemos personas que hacen tortas, los que tienen en redes sociales su mercancía, encontramos de todo. Desde los que animan fiestas, hasta los que arman piñatas, como los que hacen uniformes. En otras palabras hay un «Universo de emprendimiento».
Comida, bebidas y lo mejor encontramos siempre al emprendedor diciendo que si hoy las ventas no estuvieron como lo esperaban, mañana sería mejor. Hoy en día cada persona que emprende es digna de admirar, ya que cree en el país.
Luchan contra lo que sea, sol, lluvia, pero allí están siempre sacando hacia adelante su proyecto. No olvidemos que los grandes y afamados empresarios, los que hoy tienen franquicias, empezaron emprendiendo, pero con algo muy importante como lo son sus propias ideas.
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