La noche de cacería para Ramón era algo que no lo tomaba a la ligera aprovechaba su casa en Belén, municipio Carlos Arvelo para llegar hasta el lugar. Los perros Dinamo y Benji estaban listos para irse con él.
“Patrón, cuidao por allí, eso ha cambiado mucho por los animales”, dijo José Gregorio uno de los cuidadores de la casa. Mientras Dulce, la mujer de José Gregorio le decía que tuviera mucho cuidado por esos cerros en aquel enero de 1993.
“No se preocupen, yo me conozco eso desde que era niño, voy con mis dos perros a ver qué consigo para cazar”, decía el ingeniero agrónomo. La noche de luna llena mostraba un camino espeso en la montaña. Mientras los perros lo seguían atentos.
Ya adentrada la madrugada decidió esperar tranquilamente mientras los canes se quedaron al lado pero escuchó algo acercarse. El ingeniero preparaba su escopeta ante lo que creía era una presa cercana.
De pronto, escuchaba palos cortarse entre el sonido de la noche. Los perros se quedaban temblando con ganas de ladrar. Pero escuchaba pasos de otra persona entre las hojas secas. Los perros rápidamente se alejaron del lugar mientras el quedó sentado en la piedra.
Dinamo y Benji ladraban como para que se alejara del lugar, cuando las ramas de un árbol cayeron cerca de él. Mientras que el corazón lo sentía acelerado y las piernas le temblaban y sentía poca fuerza para disparar el arma…
La noche de cacería
Escuchó el ronroneo de un felino cercano mientras la voz de un hombre rompía el silencio de la noche… “Vamo a vé si le va a dipará a lo animale. Lo animale los protejo yo”. El ingeniero agrónomo se quedó quieto mientras los perros temblaban junto a sus piernas.
Comenzó a rezar ya que temía que otro tronco cayera… “Dios mío acompáñame”, decía el ingeniero agrónomo. “Yo te prometo que dejo la cacería”… Mientras los perros se quedaban a su lado…
Ramón sentía el frío en las piernas dado a aquel acento y la voz como el ronroneo de aquel animal. Escuchó cuando el hombre y el animal que andaba con él se alejaban por las lomas de Belén.
**Esta historia está inspirada en la leyenda urbana del “Tigre de Belén” la cual supuestamente alejaba junto a otra persona a los cazadores del lugar; para proteger a los animales.
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