Por Jaime Macías
Es una frase de la “filosofía popular” del venezolano, muy usada en tiempos pretérito para señalar una alegría momentánea causada por algo que es una mentira, engaño o falso, que enseguida se revierte, convirtiendo la situación en la mayoría de los casos en algo jocoso.
Resulta que esa popular frase criolla, sin querer, hoy en día está muy de moda en el deporte profesional, como en el futbol y el beisbol, con la implementación del “videoarbitraje” para asistir a los árbitros en decisiones difíciles, el cual es llamado VAR, que no es más que revisar las jugadas a través de repeticiones televisivas desde diferentes ángulos, para confirmar una sentencia.
Esto ha originado que grandes celebraciones por un gol, por una jugada o batazo en el beisbol, a veces se conviertan en “alegría de tísico” luego que los árbitros consultan el VAR y proceden a cambiar la sentencia y por supuesto los fanáticos que son perjudicados por la decisión inicial, vacilan o chalequean al contrario.
“Alegría de tísico” en el deporte
La tecnología sin duda es buen recurso para tomar decisiones justas, pero tenemos que reconocer que la adrenalina del fanático corre a otra velocidad y eso puede causar paros emocionales y ni hablemos de histerias por la espera, porque si algo es lento son las revisiones.
Esta videoayuda, al parecer ha perjudicado las celebraciones espontáneas, en algunos casos para decidir un juego, porque se hacen de manera cautelosa en espera de la confirmación del triunfo, algo así como vayamos viendo, vamos celebrando. Ahí se los dejo!
En X por @maciasjaime
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