La extraña enfermera se asomaba al cuarto de aquel frío hospital en Bogotá, Carlos veía en el reloj de pared como la aguja se posaba sobre las dos de la madrugada. La mujer le pregunta si todo estaba bien.
Entre los fuertes dolores estomacales le parecía extraño que la enfermera entrara a esa hora a la habitación. Como extraño le parecía aquel traje almidonado color blanco, el cabello completamente recogido, le parecía como un traje antiguo de enfermera.
Como un gorro con el símbolo de la Cruz Roja… “si me siento regular”, le dijo el hombre mientras se asombraba de ver a la mujer. ¿Llevas tiempo aquí?… le preguntó la mujer de aproximadamente 60 años.
“Desde que me duele el estómago”, dijo… pero le parecía extraño verla a esa hora y las preguntas que le hacía. “No la había visto, por aquí”, y la mujer contestó… “vengo de vez en cuando, no todo el tiempo… a veces hago ronda”.
La mujer sonrió de manera cortes, mientras le tomó la mano y se la apretó de manera de dar ánimo. La dama se retiró, mientras minutos después Carlos escuchaba como las demás enfermeras corrían por el pasillo… ¡Doctor venga a ver al paciente del cuarto 63!, como se enteró al otro día que ese paciente había fallecido.
La extraña enfermera
Al otro día, Carlos le dijo a la enfermera que entraba a verlo, sobre lo ocurrido… “quizá fue un sueño que tuviste”, le dijo una de ellas sin prestarle mucha atención. Al cabo de un año se enteró de la mujer que se aparece en uno de los centros de salud de la capital de Colombia.
En horas de la noche y que llevaba un traje como el que le había visto. Como las personas destacan que de vez en cuando la han visto por los pasillos como por las escaleras de ese centro de salud.
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