En agosto se cumplirán cinco años desde que el ahora expresidente de Ecuador, Rafael Correa, aceptó la solicitud de asilo para Julian Assange en la embajada ecuatoriana en Londres. En este tiempo, Assange ha sido víctima de diversas acusaciones sobre todo de Estados Unidos, país que busca la extradición del australiano por el caso de las filtraciones de WikiLeaks, portal fundado por Assange, en 2010.
Este 2017 tampoco ha empezado de forma “tranquila” para el editor de WikiLeaks. Sumado a que este era un año de elecciones presidenciales en el país, el futuro del australiano estaba en una nebulosa, además, desde la fiscalía de Suecia, país donde Assange estaba siendo investigado por cargos de violación, informaría en mayo los resultados de su investigación.
Afortunadamente para el fundador de WikieLeaks, la fiscalía sueca informó la decisión de cerrar los cargos por violación por parte de Julian Assange, al no hallar evidencias que lo incriminen por violación por lo cual han cerrado el caso.
Sin embargo eso no significó el inicio de días tranquilos para Assange este 2017, ya que la jornada de ayer el nuevo mandatario ecuatoriano, Lenin Moreno, ratificó el asilo político para Assange con la petición algunas “condiciones” a las cuales el receptor respondió vía Twitter.
El gobernante hizo el pedido “respetuoso” a Assange de que “No intervenga en la política ecuatoriana ni en la política de los países amigos”.
“Su condición no le permite hablar acerca de la política de los países, menos del nuestro”, señaló el Jefe de Estado ecuatoriano.
Moreno no sólo solicitó a Assange mantenerse alejado de la opinión ecuatoriana, también tuvo palabras para su condición de “hacker”, declaraciones que gatillaron la respuesta del periodista a través de su cuenta de Twitter:
Se infiere que las palabras de Moreno son en respuesta a un mensaje publicado en la misma red social por Assange en el que recalca “Si WikiLeaks recibe información sobre corrupción en Ecuador, las publicará”.
Por ahora, el futuro más cercano para Assange es la “tranquilidad” de la ratificación de su asilo político, pero tendrá que lidiar con las nuevas acusaciones y cargos que el gobierno de Estados Unidos está preparando en su contra, además de las advertencias de la policía británica que apuntó que detendrá a Assange si abandona la embajada ecuatoriana por violar en 2012 su libertad condicional al refugiarse en la legación, delito castigado con un año de cárcel.
Con información de La Nación