Por Jaime Macías
Se ha hecho común que cuando un joven pelotero, entre 15 y 16 años de edad, es firmado por alguna organización de grandes ligas, sobre todo si recibe un bono sustancioso, se le dé un despliegue mediático e incluso a veces llegan a nivel de hacerlo sentir como una hazaña, cuando esto no es sino solo el inicio de un largo periplo en busca de alcanzar jugar en las Mayores, lo cual lleva algunos o muchos años, pero a veces ni siquiera se logra ese objetivo.
Los bonos que reciben estos pichones de prospectos varían según lo que crean los scouts que valen sus habilidades a futuro, o sea son como una hipótesis, a ver si se pueden probar. O algo como una lotería o rifa, te arriesga por una opción y a ligar que la pegues.
Por ello hoy les traigo tres casos conocidos, que ilustran muy bien este tema. Está de moda hablar de alto average, promedio y títulos de bateo, gracias a la campaña y a la habilidad mostrada con el madero por el venezolano Luis Arráez, ahora con Padres de San Diego. Les cuento que “la regadera” como también es conocido entre los fanáticos, participó en el Mundial SUB15 de beisbol con Venezuela en el 2012. Quedaron campeones y él bateó, adivinen…? Para 400 de 15-6.
Tiempo después sería firmado con un bono de apenas 40 mil dólares y ya ustedes van conociendo cómo va la historia. Aquí la lotería la pegaron y barata. En cambio en 2017 Atlanta firmó al también venezolano, Kevin Maitán por la astronómica cifra de 6 millones 450 mil dólares, siendo comparado en ese momento con Miguel Cabrera y Chipper Jones, nada más y nada menos. Solo en eso se quedó en una mala comparación.
Los bonos en el beisbol
Nunca destacó, ni siquiera en Venezuela con los Bravos de Margarita. Seis años después éste otrora prospecto fue dejado libre, por Anaheim. La lotería, además de cara no se ganó. El otro buen ejemplo, es el de José Altuve, a quien solo le dieron un bonito de 15 mil dólares, o sea fue firmado casi que gratis.
El resultado es que con él los Astros de Houston, pegaron el “Kino del beisbol”, como ha rendido esa plata invertida en el pequeño gigante criollo. Es que la palabra prospecto en el beisbol, solo significa que promete no que sea una realidad, mientras los bonos son como una rifa, unas se ganan otras se pierden.
Por ello la alharaca que se hace cuando firman un prospecto, deberían dejarla para cuando esa promesa se haga realidad al debutar en las grandes ligas. Ahí se los dejo!
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