El boxeador filipino Manny Pacquiao tiene un nuevo rival en la mira: el grupo terrorista autodenominado Estado Islámico, mejor conocido como ISIS.
El púgil y senador de Filipinas visitó a las tropas que luchan contra el grupo terrorista en la isla de Mindanao, y les dijo que si en su próxima visita no han derrotado a los terroristas, se les unirá.
A principios de julio el presidente filipino Rodrigo Duterte lanzó una extraña advertencia a los terroristas islámicos responsables de la decapitación de dos marineros vietnamitas, después de que sus restos fueron recuperados por sus tropas en la isla de Basilan.
“Les comeré el hígado. Denme sal y vinagre y me los comeré crudos delante de todos”, dijo el mandatario sobre los militantes islámicos asociados a ISIS en un discurso a funcionarios locales, según el sitio GMA.
Con información de El Diario