La belga Marieke Vervoort, quien competirá «por última vez» en los Juegos Paralímpicos Río 2016, se ha trazado la meta de alcanzar una nueva medalla paralímpica para su país de origen, pero luego de este certamen ha decidido someterse a la eutanasia.
Vervoort de 37 años, tiene la mitad inferior del cuerpo paralizado, una visión reducida al 20% y dolores que le impiden dormir durante largas noches. Una enfermedad degenerativa apareció en ella a los 20 años y desde entonces ha permanecido en una silla de ruedas, con la cual ha destacado como atleta paralímpica.
“Río es mi último deseo, espero acabar mi carrera con un podio. Comienzo a pensar en la eutanasia pactada para el 2017. Pero, a pesar de mi enfermedad, he vivido lo que otros solo pueden soñar”, expresó en una entrevista a Le Parisien.
Pero antes de sentir los estragos de la enfermedad degenerativa, Vervoort era una triatleta de alto rendimiento, aunque a medida que empezó a sentir problemas físicos, la atleta belga nunca abandonó este deporte y lo continuó haciendo, pero en la modalidad del triatlón adaptado.
En el 2008 la enfermedad avanzó tanto que desde entonces ha tenido que estar postrada a una silla de ruedas, pero esto no la detuvo e incursionó en el carrovelismo, esquí sentado y en las carreras en sillas de ruedas.
“El deportes es la única razón para vivir y los Juegos de Río serán mi última competencia”, manifestó.
La belga, quien en los Paralímpicos recurrirá al eslogan que lleva en el respaldo de su silla de competencia, «Believe you can» (“confía en que puedes”), se encuentra enfocada en colgarse la medalla de oro nuevamente para su país y ser recordada como una luchadora de vida.
Con información de Diario Andes de Ecuador
