A poco más de un año para el Mundial de 2022, las eliminatorias están en pleno apogeo y el ciclo del fútbol internacional, que parece interminable, llega a su fin. Después de la desgarradora derrota en las semifinales de la Copa América, Colombia tendrá que desempolvar rápidamente su primera serie de partidos juntos desde la derrota en la tanda de penaltis contra Argentina, en busca de un lugar en el avión hacia Qatar.
Los Cafeteros no han tenido una buena actuación hasta el momento. El equipo de Reinaldo Rueda, quinto en la tabla, ha tenido que enfrentarse a Bolivia, Paraguay y Chile para recuperar el impulso que le dio el verano. Con algunas caras nuevas que han adquirido una experiencia esporádica, pero esencial, hubo mucho que analizar en los tres partidos, y aquí están nuestros puntos clave de discusión.
Puntos perdidos
Sobre el papel, los partidos eran más que ganables, y los colombianos eran favoritos en casi todas las nueva casa de apuestas deportivas. El decepcionante empate con el noveno clasificado, Bolivia, marcó la pauta de lo que se avecinaba. El gol del empate de Fernando Saucedo para los anfitriones será frustrante, pero estaba más que justificado después de que Colombia se esforzara por controlar el juego. En el partido contra Paraguay se repitió el mismo discurso, ya que los anfitriones tuvieron mucho más el balón y crearon las mejores ocasiones, pero un penal transformado por el experimentado Juan Cuadrado sacó de apuros a los Cafeteros.
El partido contra Chile fue mucho más alentador y llegó en un buen momento, sobre todo porque le faltaban algunos de sus mejores jugadores que han jugado en Europa. Los cafeteros vencieron a una selección chilena envejecida, que ha dado la impresión de ser ordinaria en los últimos dos años, una victoria para los colombianos que los seguidores esperan que sirva de catalizador para el inicio de una buena racha. La sensación es que estos partidos han sido una oportunidad perdida para distanciarse del resto del grupo y ascender en la tabla.
Problema de creatividad
James Rodríguez, el jugador del Everton, no ha conseguido marcharse de Inglaterra, por lo que no ha hecho una buena pretemporada y se ha quedado fuera de la convocatoria, lo que ha perjudicado al equipo. La falta de posesión del balón se convirtió en una tendencia en los tres partidos y, a pesar de la victoria contra Chile, siguió faltando esa compostura con el balón. James no sólo supera a todos sus compañeros en cuanto a creatividad, sino que su presencia en el vestuario y la experiencia que tiene de ganarlo prácticamente todo en su club habrían sido sin duda una gran pérdida. Si vuelve para los próximos partidos, se sabrá lo esencial que es para las posibilidades de clasificación de Colombia.
Una constante inconsistencia
Desde su traspaso del Everton al Al-Rayyan catarí, James Rodríguez no ha tenido muchos minutos, lo que ha perjudicado al equipo. La campaña de la liga le da a Rueda la oportunidad de elegir a los jugadores en función de su estado de forma, pero, como de costumbre, los jugadores no pasaron de ahí. Los dos empates podrían haberse convertido fácilmente en victorias si se hubiera elegido un equipo regular, y aunque experimentar con nuevos sistemas y formaciones es sin duda algo positivo de cara a lo que parece ser el último gran torneo para este equipo en sus años de plenitud, es sin duda un movimiento audaz teniendo en cuenta que la clasificación aún no está asegurada. Si las cosas no van bien en los próximos partidos, en los que se enfrentarán a Uruguay, Brasil y Ecuador, habrá grandes preguntas en la cúpula de la selección.