Tras la participación de la coalición opositora en la denominada «Consulta Popular», la dirigencia de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) aseguró que la convocatoria de este domingo dejó un total de 7 millones 136.170 votos de apoyo a la encuesta interna de tipo plebiscitario.
Cabe destacar que el material electoral usado para esta actividad interna de agitación política fue incinerado, por lo que se hace imposible algún tipo de auditoría sobre los indicadores anunciados. Además, la falta de rigurosidad del mecanismo de registro de voluntades permitía que un ciudadano votara en más de una oportunidad.
Del total expresado, 693.789 encuestas provienen de los puntos activados en el exterior, según anunciaron los organizadores.
Analistas electorales ponen en duda la cifra anunciada porque consideran que con solo unos 2.000 «puntos soberanos» era, por cuestiones de tiempo, imposible alcanzar tal participación.
Al final de la tarde, se contabilizó un lamentable hecho violento en el contexto del desarrollo del evento. En la avenida Sucre de Catia, al oeste de Caracas, se suscitó una situación irregular en la que resultaron heridas tres personas, y una ciudadana de 60 años de edad, Xiomara Scott, resultó asesinada.
La dirigencia opositora exigió a sus seguidores validar con su firma: que se desconozca la facultad constitucional del presidente de la República para convocar a un proceso constituyente; que el Poder Legislativo —controlado por la derecha en el Parlamento— se levante como un supra poder y sea apoyado por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), y por último, que se disuelvan estos poderes y se interrumpa el periodo constitucional del Gobierno electo por mayoría.
Previo al anuncio de los «resultados», los actores políticos internacionales invitados para participar como «observadores reiteraron su injerencia en los asuntos políticos internos, a través de una rueda de prensa.
Andrés Pastrana, ex presidente colombiano, reconocido por el incremento de la producción de droga y los desplazados durante su mandato, aseguró que «nunca se había visto que un pueblo organizara un evento electoral sin apoyo de su gobierno».
Jorge Quiroga, investido como presidente de Bolivia tras la muerte de Hugo Banzer, y acusado por delitos contra la Constitución y daños económicos por el caso Petrocontratos, ordenó en un claro mensaje injerencista que la FANB «no se preste» a participar en la constituyente. «Debe retirarse la Constituyente», amenazó.
Laura Chinchilla, ex presidenta de Costa Rica, vinculada con el narcotraficante colombiano Gabriel Morales, señaló que la oposición «ha respondido frente a la represión con democracia» a pesar de que los líderes de la coalición antichavista, desde hace más de tres meses, impulsan la violencia a partir de llamados diarios a violar los derechos al libre tránsito, a la salud, la educación y la vida.
Por su parte, Miguel Ángel Rodríguez, ex presidente de Costa Rica, y primer mandatario de su país en ser apresado y enjuiciado por casos de corrupción, denunció que «el Gobierno le dio la espalda al pueblo, pero no se dieron por vencidos», refiriéndose a la imposibilidad de la oposición de organizar y activar los requisitos necesarios para el Referendo Revocatorio que pretendieron, muy tarde, adelantar contra el presidente Nicolás Maduro.
Vicente Fox, ex presidente de México, no estuvo presente porque regresó a su país antes de la finalización de la actividad.
Con información de AVN