Mitchell, un estadounidense-panameño, estaba jugando en Aukland con los Breakers de Nueva Zelanda en un partido de la liga profesional australiana cuando uno de sus rivales accidentalmente le sacó el globo ocular de su cavidad con el dedo.
El jugador de más de dos metros de altura se fue el suelo con evidente muestra de dolor y rápidamente fue trasladado al hospital.
«Con la palma de mi mano sentí mi globo ocular al lado de mi cara», le contó Mitchell a la radio neozelandesa Sport.
«Todavía podía ver con el ojo», agregó.
«Recuerdo que pensé ‘oh, esto se ve mal’, pero realmente me sentí fuera de lugar y ahí fue cuando me dio un poco de pánico».
Mitchell, de 24 años, describió como escuchó la gente en las gradas y a sus compañeros aterrorizarse con la idea de que perdería la visión y sería el fin de su carrera.
«Una vez que estuve en la ambulancia ellos me dieron un analgésico para aliviar el dolor y colirio en el ojo. Sentí como el ojo se deslizó a su lugar, lo que fue una sensación muy extraña».
«Me sentí tan bien al ser capaz de poder pestañear de nuevo, lo que es loco».
Luego de ser dado de alta del hospital, Mitchell publicó un mensaje en su cuenta de Twitter agradeciendo todos los mensajes de apoyo que recibió, contando que se encontraba bien y con la imagen de los ojos emoji.
Se espera que Mitchell pueda recuperarse completamente y volver a jugar pronto.
Con información de BBC Mundo