El activista y periodista iraní Ruhollah Zam, director de la web Amadnews, fue ejecutado este sábado tras la confirmación de su condena a muerte; por su papel en las protestas contra el poder iraní en 2017 y 2018; reseñó TN.
La Fiscalía General de Teherán, informó en un comunicado que “el contrarrevolucionario” Zam fue ahorcado por la mañana; tras la confirmación de su sentencia por la Corte Suprema debido a la “severidad de los crímenes” perpetrados contra la República Islámica.
El vocero de la Autoridad judicial, Gholamhosein Esmaili, había indicado el martes que la institución se había pronunciado “hace más de un mes” sobre el caso de Zam; y confirmado “el veredicto de tribunal revolucionario”.
Por su parte, la organización de defensa de Derechos Humanos Amnistía Internacional, que calificó a Zam de “periodista y disidente”; reaccionó al anuncio y juzgó que la confirmación de la condena confirmaba que la República Islámica recurre cada vez más “a la pena de muerte como arma de represión”; lo que tildó de “espantoso”.
La organización Reporteros Sin Fronteras (RFS) también manifestó su “indignación” por la ejecución de Zam.
Periodista Ruhollah Zam
El periodista dirigía un canal en la plataforma de mensajería cifrada Telegram y lo condenaron por desempeñar un papel activo en las protestas del invierno de 2017-2018.
Teherán describió ese movimiento de protesta contra el alto costo de la vida como una “sedición” que rápidamente tomó un giro político. Telegram cerró Amadnews, que tenía entonces casi 1,4 millones de seguidores; por incitar a la “violencia”.
Cabe recordar, que el periodista vivió exiliado en Francia, donde tenía el estatuto de refugiado. Quedó detenido en 2019 por los Guardianes de la Revolución; tras caer “en una trampa”, según publicó en su momento el cuerpo militar.
El proceso del periodista Ruhollah Zam empezó en febrero. En junio, lo declararon culpable de todos los cargos de los que se le acusaba: “corrupción en la tierra”; uno de los cargos más graves en la República Islámica que puede ser castigado con la pena capital; “delitos contra la seguridad interior y exterior del país”; “espionaje para los servicios de inteligencia franceses”; e insulto al “carácter sagrado del islam”.
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