Por: Jaime Macías
Con esa pregunta me sorprendió uno de mis lectores en las redes sociales, lo que me llevó a sumarme también a ésta interrogante, atraído por la curiosidad y también para tratar de responder en parte a mi seguidor.
En una análisis a “vuelo de pájaro”, como dicen por ahí, recordé que cuando somos niños y comenzamos a jugar pelota, no tenemos posición definida, normalmente probamos en las nueve posiciones y poco a poco vamos mostrando nuestra habilidad para determinada posición en el campo.
También es común que en las categorías de inicio del beisbol menor, todos los jugadores son probados como lanzadores y por habilidad y velocidad se van quedando en la “rotación” los más aptos.
Resulta también que en esas categorías menores, algunos destacan como bateadores y buen guante, pero casi siempre existe el aventajado que además de eso es un duro lanzando, ese es el que antes se le conocía como el “novio de la madrina, dueño del guante y la pelota”.
Con esto les quiero decir que en el beisbol menor hay bastante “Othani” en potencia o prospecto de lo que hoy nos asombra del pelotero japonés. Les voy a comentar unos casos de peloteros criollos que pudieron en su momento ser unos “Othani”. Esto porque a unos los vi jugando en el beisbol menor, otro por lo que me contó su padre y uno por que lo vi en vivo ya como profesional en un campo de Guacara.
Félix Hernández, cuando jugaba Criollitos, era el propio “Othani”, con su físico hacía llorar la pelota al batearla, mientras como lanzador lo que tiraba era un misil, siendo el as de la rotación de su equipo y la selección estadal y por esto fue que lo firmaron, sin importarle su buen bate. Recuerdan cuando le bateó un grand slam a Santana en las grandes ligas.
Bueno Johan Santana, en el beisbol menor era jardinero derecho y de los mejores bateando en su equipo y con la selección de su estado. Los scouts en un Nacional en Guigue, Carabobo, lo vieron pintar un strike en el home con un tiro desde lo profundo del rightfield y dijeron ese brazo es de un lanzador. El resto es historia. Cuando estaba en Venezuela jugaba sofbol con los amigos y una vez lo vi sacar la pelota por encima de la mata de mango que está a la derecha en el campo del Core 2 en Valencia.
Y qué decir de Carlos Zambrano, en su momento era el pitcher con más poder en las Mayores, incluso en una oportunidad el manager lo trajo como emergente, pero tenía que ser ante todo pitcher y hasta allí llegaba la aventura.
A ese lo vi sacar una por la derecha del campo Venoco, que se perdió de vista. Recuerdan al fallecido Oscar Azócar, quien era lanzador, pero bateaba tan bien, que no lo dejaron pitchar más y jugó hasta con los Yanquis de Nueva York.
Se dan cuenta que hemos tenido muchos “Othani” en potencia, pero hay la errada opinión en los scouts, entrenadores, academias en Venezuela y Latinoamérica, que para que un pelotero se desarrolle más rápido (cuestión de negocio) es mejor que se dedique a batear o a lanzar, porque si usted es bueno con el bate, no importa que sea malo con el guante, para eso está el designado. Mientras en Japón no andan con esas tonterías. Ahí se los dejo!
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