El abono para las plantas puedes prepararlo tú misma, sin necesidad de gastar en la llamada tierra preparada o tierra abonada. De hecho, es algo muy sencillo y solo debes de no botar las conchas de verduras frutas.
La piel de la zanahoria, del pepino, los trozos de repollo o lechuga, concha de cambur además de las piel de la remolacha pueden ayudarte. Tienes que tener una buena porción de la tierra oscura.
Puedes recabar también las cáscaras de huevo, estas son muy poderosas para esa tarea. Todo eso debes de triturarlo, más que todo tenerlo cortado. Cuando tengas la tierra con la ayuda de una pala pequeña la vas removiendo.
De igual modo, allí le vas agregando todo lo que tengas de verduras, hortalizas, frutas como las cáscaras de huevo. Es importante colocar siempre unas gotas de agua para ir refrescando la tierra.
El abono para las plantas, así puedes prepararlo
Esto puedes tenerlo al menos por cinco semanas, cuando ya gran parte de lo que le colocaste se desintegre tienes todo para empezar a sembrar. De esa manera podrás preparar tierra con abono para las matas.
Uno de los consejos que te damos es que esta tierra mantenla en ese lapso cuando la estés mezclando no la pongas cerca del sol. Ya que esto podría secar la tierra y perderías el trabajo de la recolección de pieles de verduras.
Mantenlo en un sitio fresco, si es preciso donde no llegue la luz solar, y siempre agrega agua para poder tener esa tierra lista. De esa manera podrás tener una buena cantidad de tierra para tu proceso de siembra.
Recuerda que si tienes hijos y están en edad pequeña enséñales ese proceso natural de sembrar plantas. Eso refuerza el núcleo familiar ya que además te ayuda a compartir un poco con ellos.
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