Cyril Ramaphosa fue designado ayer como el nuevo presidente de Sudáfrica por la Asamblea Nacional, en sustitución de Jacob Zuma, quien renunció tras un ultimátum de su partido.
Luego de que el ex mandatario Jacob Zuma anunciara este miércoles su renuncia a la presidencia de Sudáfrica mediante un discurso de despedida dirigido a la nación, en el cual manifestó no estar de acuerdo con la forma en que el Congreso Nacional Africano CNA (partido en el que milita), precipitó su salida anticipada del cargo.
Tras este anuncio, el Parlamento sudafricano, órgano responsable de la elección del presidente, celebró una sesión para el nombramiento del nuevo jefe de Estado, en la cual resultó electo Ramaphosa, único candidato nominado por el partido gobernante del país.
El recién electo presidente se desempeñaba como vicepresidente del país, así como presidente del partido gobernante: el CNA, elegido en pasado diciembre tras batirse en una contienda pareja con la ex esposa de Zuma, Nkosazana Dlamini-Zuma.
Nuevo mandato para Sudáfrica
Tras su proclamación ante el pleno parlamentario, Ramaphosa ofreció sus primeras declaraciones como jefe de Gobierno. En ellas señaló que «cuando uno es elegido en esta clase de posición, básicamente se convierte en un servidor del pueblo de Sudáfrica».
De igual manera, prometió que bajo su mandato, el interés del pueblo sudafricano será lo primero en todo lo que se haga. También se comprometido a trabajar para paliar la corrupción, mejorar la economía y buscar la unidad del país, reseñó Telesur.