La solicitud de la expresidenta brasileña Dilma Rousseff, de anular el proceso que desembocó en su destitución, fue rechazado por la Corte Suprema al argumentar que su reposición traería “consecuencias abrumadoras” en el ámbito institucional de la nación.
El magistrado Teori Zavascki no aceptó los argumentos de la defensa de Rousseff, los cuales alegaban que su destitución era un “riesgo para las instituciones de la República, para el estado democrático de derecho y para el orden constitucional, lo suficientemente grave como para justificar la acción inmediata del Supremo”.
Zavascki argumentó que una restitución en el poder de Rousseff haría que se perdiera la credibilidad de la instituciones locales en el escenario internacional al promover una alteración “sustantiva y brusca” en la gobernación de Brasil.
La Corte Suprema también rechazó la tesis de la expresidenta de Brasil, mediante la cual argüía que Temer no podía ser jefe de Estado porque no fue elegido en unos comicios ya que el régimen presidencialista avala la figura del vicepresidente, cargo que ocupaba anteriormente.
Con información de Últimas Noticias