Salah Abdeslam, único terrorista que sobrevivió a los atentados de París de 2015 que cobró la vida de 130 personas, ha decidido no responder a ninguna pregunta de los magistrados en el arranque del juicio, este lunes en Bruselas, por su participación en un tiroteo contra la Policía belga, días antes de los atentados del 22 de marzo de 2016 en la capital belga.
Abdeslam ha dejado claro que su «silencio» no le convierte en «un criminal». «Es mi defensa», ha arremetido, en las pocas declaraciones que ha hecho ante el tribunal, cuando la presidenta de la sala del caso, Marie-France Keutgen, le ha afeado por qué se ha presentado para no responder.
«Júzguenme, hagan lo que quieran conmigo, tengo mi confianza en Alá. No tengo miedo de vosotros», ha dicho Abdeslam, en tono desafiante ante el Tribunal de Bruselas que le juzga.
Salah Abdeslam
Con 28 años, este marroquí de origen francés que creció en Molenbeek, un barrio multiétnico y mestizo en Bruselas, aparece en el corazón de una célula yihadista implicada en al menos tres casos terroristas importantes.
Los ataques de noviembre de 2015 en París, los del 22 de marzo de 2016 en Bruselas (32 muertos) y el ataque abortado en el tren Thalys Amsterdam-París en agosto de 2015 posiblemente formen parte del mismo operativo de la organización yihadista Estado Islámico (EI), dice el fiscal federal belga.
Los hechos por los cuales se probará Salah Abdeslam de lunes a viernes se remontan al 15 de marzo de 2016. Investigadores franceses y belgas sufrieron un ataque armado durante una búsqueda rutinaria en uno de los escondites en Bruselas de Abdeslam, ubicada en rue du Dries in Forest. Tres policías resultaron heridos y un yihadista argelino de 35 años, Mohamed Belkaïd murió cubriendo la fuga de Abdeslam y un cómplice, Sofiane Ayari, un tunecino de 24 años.
Tres días después, Salah Abdeslam fue detenido junto con su cómplice Ayari, lo que, según los investigadores, supuso el desencadenante de los ataques el 22 de marzo de 2016, cuando tres atacantes suicidas se inmolaron en el aeropuerto y en el metro de la capital belga.
Con información de ABC y La Sexta