Cada vez son más los pequeños y medianos inversores, en todas partes del mundo, que se encuentran entusiasmados con la idea de ingresar al sector de las criptomonedas. Además de Bitcoin, existen muchas otras divisas digitales que también han ganado terreno en los últimos años. Es por ello que, en el siguiente artículo, repasaremos algunas de las cuestiones más importantes a considerar antes de operar en este mercado complejo y desafiante. Comencemos.
El sector de las criptomonedas se ha vuelto un aliado indispensable para hacer frente a factores macroeconómicos como el precio del dólar o el tipo de cambio de las monedas en general. En ese sentido, muchos pequeños y medianos ahorristas han encontrado en los mercados en línea en general, así como en el ecosistema cripto en particular, una forma de llevar adelante años complejos en lo que a economía y finanzas se refiere.
Uno de los puntos más importantes a considerar, tal y como veremos a continuación, es el gran puntapié tecnológico que se ha vivido en esta última década, en donde todas las personas pueden acceder a los mercados sin necesidad de contar con grandes conocimientos específicos.
A continuación, entonces, algunos puntos importantes a poner sobre la mesa si lo que se quiere es saber cómo operar con criptomonedas en el 2024. ¿Cómo evitar algunos errores frecuentes? ¿Cómo disminuir el riesgo que conlleva toda inversión? ¿De qué se trata el trading social del que todos hablan?
1 – Conocimientos indispensables: tras todo lo dicho, pareciera que se puede empezar a operar en el mundo de las criptomonedas sin más que un smartphone. Si bien eso es cierto, la verdad es que los conocimientos específicos siguen siendo indispensables para evitar una gran serie de errores de principiantes.
Mientras más teoría tengamos a nuestro favor, mejores decisiones tomaremos en momentos desafiantes de los mercados. Más aún si tenemos en cuenta que el sector cripto es uno de los más dinámicos y volátiles del mundo financiero en general. A medida que más conozcamos los pormenores de este mercado, menos chances tendremos de caer en tendencias erróneas.
2 – La vida fuera de Bitcoin: para un gran porcentaje de la población, las criptomonedas siguen siendo sinónimo únicamente de Bitcoin. La primera moneda digital, creada en 2009 y que abrió la puerta a un nuevo paradigma, sigue siendo la más cara del mercado y la más comercializada, pero ya no está sola.
Además de otras divisas de peso, como puede ser Ethereum o USDT, todo el tiempo surgen criptomonedas alternativas que pueden alcanzar un rendimiento aún mayor que el de Bitcoin. Esto mantiene al sector cripto activo y en expansión, por lo que no se puede descansar en lo ya aprendido.
3 – Mejor acompañados: por otro lado, para muchos el mundo financiero sigue siendo un sector solitario y egoísta, en donde cada inversor vela por sus propios intereses y está pensando siempre en sí mismo. Si bien hay algo de egoísmo intrínseco, el paradigma ha comenzado a cambiar lentamente.
Hoy en día, las plataformas de trading y los principales brókers permiten meterse de lleno en una de las grandes tendencias de los mercados en línea: el trading social. ¿De qué se trata y cómo puede ayudar a un inversor que está dando sus primeros pasos?
El trading social, por ejemplo, ha abierto la puerta a herramientas como el copy trading. Esta estrategia permite copiar y seguir los movimientos de un trader con historia y resultados positivos en el mercado. De esta forma, el inversor novato no solo obtiene rendimientos, sino que aprende en escenarios reales.
4 – Riesgos además de beneficios: por último, y para nada menos importante, nunca se debe olvidar que toda inversión financiera cuenta con una gran cantidad de riesgos. Esto tiene que sopesarse antes de comenzar a operar, ya que nuestro perfil de inversión debe tener en cuenta cuánto riesgo podemos tolerar.
El mercado de las criptomonedas, en particular, posee una gran exposición al riesgo, ya que son instrumentos que cuentan con una gran volatilidad general. De esta forma, si bien los beneficios pueden ser muy grandes, los riesgos también tienen que ser considerados. De esta forma, se evitan dolores de cabeza no deseados.
Autor: Marcelo Berenstein.
