La suerte de Edgardo Bauza al frente de la selección Argentina está echada. El jueves, después de la reunión que El Patón mantuvo con Claudio Tapia, nuevo presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), viajó al campo para descansar.
Resignado, especialmente, cuando se viralizó una serie de audios de Whatsapp en la que el jefe de Viamonte trataba de “boludo” al entrenador. Destratado, sin respaldo de los dirigentes, ya sabe que el Comité Ejecutivo decidió su despido después de ocho partidos al frente del equipo albiceleste.
Y esta semana, a más tardar el viernes, Tapia y Marcelo Tinelli, popular conductor de TV y vicepresidente de San Lorenzo de Almagro, estarán en España para conversar con Lionel Messi y Jorge Sampaoli. Sí, AFA quiere contratar al verdugo de la Copa América de Chile, quien actualmente conduce al Sevilla.
Tal vez habría que citar a Joaquín Sabina, ese extraordinario intérprete andaluz. A fin de cuentas, el ciclo de Edgardo Bauza al frente de la Selección Argentina “duró lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks”.
Fueron 250 días desde el 1° de agosto del año pasado, cuando Armando Pérez anunció su contratación después de un casting sábana, situación inédita en AFA. El presidente de Belgrano, por entonces a cargo de la Comisión Normalizadora, no podía sospechar que El Patón se transformaría en el técnico que menos tiempo estaría al frente del equipo nacional durante la era moderna.
Lo cierto es que Argentina tuvo cinco entrenadores en tres décadas y nueve en trece años. Todo un indicador del fútbol cortoplacista de estos tiempos. Llegar a las finales, ya no alcanza. Hay que ganarlas. Lo dijo el propio Javier Mascherano, antes del duelo decisivo de la Copa América Centenario. Y se condenó al éxito.
Con información de El Espectador