Las vacaciones de una niña australiana llamada Madison Gulliver, en Egipto, fueron las más dolorosas al ver los efectos de un tatuaje temporal recién hecho.
A la menor le salieron ampollas en el brazo, a lo largo del dibujo, por lo que la llevaron a centro médico, donde encontraron que tuvo reacción alérgica por la combinación de los químicos del tatuaje y el sol.
El lamentable accidente dejó cicatrices en su brazo, de acuerdo al medio británico Mirror, y el hotel donde le hicieron el tatuaje afirmó que el problema no era la tinta sino la piel de la niña, según le dijeron a Martín, padre de Madison.
El padre de Madison, Martín dijo para el medio inglés que «en parte es culpa mía porque yo no sabía el peligro, pero también es culpa del salón por utilizar productos químicos peligrosos en los niños».
Con información de El Tiempo