Mientras que Dior se centraba en Los Ángeles y en las virtudes de Calabasas, Louis Vuitton ha viajado hasta Tokyo para presentar su colección Crucero 2018.
De este modo, pone su ojo en el mercado oriental y rinde tributo al país nipón con una colección donde la diversidad estaba presente no solo en su front-row, sino también en el casting de modelos.