Llanero, tradicional o criollo, así puede llamarse al cuatro; un instrumento de cuerda pulsada que con una combinación coherente de sonidos y silencios, de la mano con los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, nacen auténticas composiciones.
Con el objetivo de incrementar la cultura y la difusión del cuatro como instrumento musical venezolano por antonomasia, el Gobierno del estado Carabobo, encabezado por Francisco Ameliach, junto a la Secretaría de Cultura, crean en 2015 el programa «Carabobo, mi Cuatro y Yo«, un proyecto de oportunidades, superación, desarrollo y capacitación para todos.
Las 21 Bases de Misiones Socialistas ubicadas en los municipios Valencia, Guacara, Los Guayos y Libertador, se han convertido en el segundo hogar de los niños y niñas que ven en las 4 cuerdas de esta herramienta de madera, una pasión en ascenso. Y no solo ellos, pues los adultos de la «Edad Dorada» han sido incluidos para que se nutran con las tonadas del folklore nacional.
Emir Giménez, secretaria de cultura, enfatizó su alegría ante un proyecto icono e innovador dentro del estado Carabobo que ha perdurado en el tiempo, «la misión es realmente llegar a todos los corazones de nuestros niños y niñas, de Bases de Misiones, para sembrar en ellos y motivar el amor por este instrumento nacional, como lo es el cuatro».
Asimismo, resaltó los preparativos de una gira nacional, sin perder de vista la internacionalización del proyecto, la cuál se está concretando. Esto sin dejar a un lado el recorrido por los diferentes municipios de la región, los cuales han ido conquistando poco a poco.
Detrás del instrumento
El aprendizaje va de la mano con el trabajo en equipo, por esa razón el comisionado para esta labor musical, Nelson González, quien además es cuatrista y docente del proyecto «Carabobo, mi Cuatro y Yo» junto a otros 5 profesionales en la materia, son los encargados de guiar cada uno de los acordes.
González resaltó que esta experiencia puede ser una vivencia única para los que participan en ella. Además agregó que «la música es el arte que más puede llenar el alma humana (…) Esto es una oportunidad que se le brinda a todos los niños para adentrarse a este mundo (…) Dónde ellos puedan indagar, puedan sumergirse a lo largo de los años».
Son más de 200 niños y niñas, entre 8 y 14 años, los que participan y crecen, con la firme convicción de seguir llevando un mensaje musical, y demostrar el verdadero resultado de las clases que reciben.
Sin duda, un abanico cultural y educativo que se abre en el estado Carabobo, para reconstruir sueños al son de las tonadas musicales del cuatro, esas que van más allá de la música.
Redacción: Raquel Almérida / Noticias24 Carabobo