Por Jaime Macías
La tecnología se está incorporando tan rápidamente al mundo del béisbol, que prácticamente las decisiones y sentencias de las jugadas cada día pierden lo que llamamos su sentimiento humano, las que a veces llevan a polémicas, desacuerdos y hasta toques violentos, debido que a como todo lo humano, nadie es perfecto.
Por supuesto estos cambios tienen poco a poco sus consecuencias en la manera de jugar y dirigir el juego. A este último nos vamos enfocar, el del rol del manager en tomar las decisiones del equipo al enfrentar a un rival en el terreno de juego, como la de elaborar el lineup, preparar jugadas, hacer cambios, discutir y apelar jugadas, entre otras cosas.
El lineup en los últimos años, se ha estado basando en estadísticas ayudadas por la tecnología, la cual llaman sabermétrica. El sentimiento o corazonada del manager con un pelotero ya casi no cuentan. El de preparar jugadas para sorprender en un momento del juego, ya casi no se ven, porque según los registros y estadísticas tecnológicas, cosas como el toque de bola, el bateo y corrido las consideran poco efectivas y el robo de bases lo ven más como espectáculo para cifras morochas, que como arma ofensiva, es más recomendable buscar de una vez un batazo largo.
Otra de las características que a veces destacaban en un manager era su estilo aguerrido a la hora de protestar una jugada o sentencia del árbitro. Eso con la tecnología de la revisión de las jugadas y ahora próximamente con la incorporación del cantador de strike y bolas de tecnología automática, ya no habrá necesidad que el manager grite, eche tierra al home, bañe de saliva al discutir, de barrigazos al árbitro y cosas por el estilo, cuando esté en desacuerdo con la sentencia.
Es que ya es común observar como hay manager que podríamos decir dirigen en automático, tienen un plan de juego fijo. Un ejemplo es el pitcheo, es normal ver como hay un lanzador fijo para cada inning desde el sexto hasta el cerrador, sin importar cuales bateador enfrentarán, como si en cada juego el equipo rival fuera el mismo. Este trabajo más que de un manager, es de un coach de pitcheo apoyado muchas veces, ¿adivinen? en las estadísticas tecnológicas, enviadas desde una oficina sabermétrica.
Además, ahora el manager ya no es una figura casi solitaria en la dirección, los nuevos tiempos le han ido incorporado a su alrededor una legión de coach, asistentes de coach en todas las áreas. Lo que le ocupa un tiempo en leer, analizar, escuchar informes de cada uno de ellos, en términos tecnológicos es como alimentar un programa de computación con estos datos, para que de allí saque conclusiones y soluciones, algo así como lo que se está haciendo en la actualidad cuando se consulta a la famosa IA (inteligencia artificial).
Por ello no es de descartar en un futuro cercano, que un manager sea un programa creado con IA, la cual tome sus decisiones con base a los datos suministrados por los chicos sabermétricos o quizás, coach IA. Ahí se los dejo!
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