Por Jaime Macías
Dicen que la verdad duele, así como la realidad hay que aceptarla nos guste o no. A qué viene esto, bueno a que vamos a recordar una hazaña del beisbol y ver como ha influido su legado en la actualidad. Nos referimos a la celebrada primera vez que un negro jugó en las Grandes Ligas.
Esa hazaña fue el 15 de abril de 1947, hace 77 años, llevada a cabo por Jackie Robinson. Desde entonces esa fecha ha marcado un hito en la historia de este deporte, su protagonista ha sido elevado al olimpo de los héroes deportivos. El número 42 de su uniforme, fue retirado y nadie lo puede usar, solo el día que se celebra el acontecimiento que todos los uniformes lo tienen como homenaje.
La hazaña y su legado
Sin duda algo que debería ser motivo de orgullo y aliciente para que los niños, jóvenes y adultos negros se identifiquen en su gran mayoría con el beisbol y sobre todo con las grandes ligas. Pues pese a todo esta parafernalia, con películas incluidas, esta hazaña cada día ve más disminuido su impacto en este deporte.
Resulta que actualmente en las grandes ligas, la participación de los peloteros negros se reduce a un simple 6% (seis por ciento) y a la baja como dicen por ahí. Ni hablemos de la asistencia de fanáticos de esta raza en las tribunas. Cuando se habla de negros, se refiere a los jugadores de este color nacidos en norteámerica, no se incluye a los latinos, quienes por cierto cuadruplican a estos en participación.
¿Alguien sabe o recuerda quién fue Earl Lloyd?… Fue el primer negro en jugar en la NBA, la mayor liga de baloncesto de Norteamérica, esa «hazaña» fue el 31 de octubre de 1950. Sin embargo ni han retirado su número, ni ese día todos juegan con ese número, no hay películas, sin embargo hoy su legado ha llevado por encima del 50% (más de la mitad) la participación de basquebolistas negros en la NBA. Al parecer, una cosa es una hazaña y otra es el legado de esta. Ahí se los dejo!
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