Con 36 años de edad, Valentina Vadell carga sobre sus hombros la responsabilidad de dirigir una de las editoriales privadas más influyentes del país: Vadell Hermanos Editores.
Inmersa en el mundo del Arte, con especialización en cine de la Universidad Central de Venezuela. Valentina se graduó en 2011 tras realizar un cortometraje de ficción llamado «Muerte al amanecer».
Esta obra, una crítica a su generación, seguía la historia de tres jóvenes rebeldes que optan por un suicidio colectivo como forma de protesta, entrelazando tres narrativas paralelas. Para Valentina, dirigir, producir y escribir el guión fue un desafío enriquecedor que culminó con éxito.
Aunque inicialmente se inclinó hacia el cine documental, su rumbo cambió tras explorar comunidades indígenas en el Amazonas venezolano.
Viajó a Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y México para sumergirse en diversas culturas indígenas, absorbiendo sus rituales, ceremonias, artesanías, mitologías y universos culturales y lingüísticos. No obstante, su destino no reposará en el cine, sino en otro arte: los libros.
Entre cajas de libros y la pasión editorial
Criada en el seno de Vadell Hermanos Editores, la editorial de la familia, Valentina pasaba sus tardes en un sótano rodeada de cajas de libros. Su conexión con el negocio familiar se forjó desde la infancia, participando activamente en diversas tareas, desde competencias con carruchas hasta embalaje de libros.
Cuando su padre falleció hace seis años y su madre enfrentó un accidente, Valentina tomó las riendas de la editorial, cerrada temporalmente durante la recuperación de su madre y la llegada de la pandemia de COVID-19.
Al ser cuestionada sobre por qué eligió seguir en la editorial, Valentina respondió con firmeza, señalando su arraigo en la tradición familiar y la importancia de mantener viva esa herencia. “Es por la continuidad del legado, porque viví toda mi vida de este negocio familiar que viene de mis abuelos. Esa tradición no se podía dejar de perder”, comenta Valentina.
Enfrentaron años de resistencia, especialmente durante la pandemia y el bloqueo económico. Asumir la responsabilidad no solo implicó mantener la dignidad cultural y la identidad del país, sino también darla a conocer en otros lugares.
La editorial, según Valentina, va más allá de ser un negocio; es una pasión que se vive desde el corazón. Las ganancias, las bendiciones de grandes escritores como Gustavo Pereira y Luis Britto García, les permiten seguir promoviendo la lectura para las nuevas generaciones.
A pesar de los logros, las dificultades no han sido pocas
La pérdida repentina de su padre y el desafío de destacar como directora de la editorial siendo una mujer joven marcaron un camino arduo. Sin embargo, la resistencia y las alianzas con figuras clave en el ámbito cultural y político les permitieron superar obstáculos.
Con aproximadamente 850 títulos en 50 años, Vadell Hermanos Editores se ha consolidado con dos líneas editoriales: una dedicada al pensamiento crítico y otra a textos universitarios para la formación de abogados.
A pesar de los desafíos económicos, Valentina visualiza un futuro donde puedan aumentar la producción y seguir contribuyendo al debate político y la formación de la juventud venezolana y a inspirar autores venezolanos en su arte.
En cuanto al panorama editorial en Venezuela, Valentina destaca el esfuerzo del sector público por mantener políticas culturales a pesar del bloqueo, mientras que las editoriales privadas, especialmente las dedicadas al pensamiento crítico, han enfrentado una resistencia persistente. La unión con otras editoriales de izquierda se ha vuelto esencial para fortalecer su impacto.
Valentina, quien se identifica como feminista, destaca la necesidad de más escritoras y editoras en la industria. En su opinión, la mujer venezolana está emergiendo como líder en diversos ámbitos y considera que la complementariedad entre hombres y mujeres. Todo basado en el respeto mutuo, esto clave para disminuir las diferencias y erradicar el patriarcado.
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