Luego de la decisión tomada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que corresponde a la recolección de un porcentaje mínimo para la revalidación de los partidos políticos, floreció la manzana de la discordia entre muchos partidos de la tolda opositora para mostrar signos de supervivencia ante la falta de respuestas concretas a las necesidades de la población venezolana; paso necesario para efectuar las próximas elecciones regionales. El columnista del diario Notitarde, César Burguera, explica cómo ha sido la reacción de algunos miembros de diferentes partidos ante los cambios en la militancia.
A continuación la columna completa:
El esperanzador inicio. La publicación del cronograma por el CNE que debe ser estrictamente cumplido por todos aquellos partidos políticos que anhelan su renovación, trajo consigo el perenne quejido, el persistente llanto, entre gimoteos y pucheros, amenazaban con no participar en un generoso y complaciente proceso de validación que tan solo exige la recolección de 0.5% de manifestaciones de voluntad de aquellos electores inscritos en el registro y que se produzca en al menos 12 entidades federales. Es significativo señalar a los pesarosos críticos que en la vecina República neogranadina, en nuestra hermana Colombia por vía constitucional, se exige el 3% para estas faenas renovadoras. Se cumplía el 4 y 5 de marzo con la primera fase y cívicamente acudieron las organizaciones pertenecientes al primer bloque que solicitaron ansiosamente su relegitimación, el partido de Henry Falcón, Avanzada Progresista logró sin mayor trauma, ni obstáculos validarse en 15 estados del país y el gobernador de Lara reconocía, no solo lo ágil y dinámico del procedimiento, sino que admitió ante todo el país, la transparencia, soporte y esfuerzo exhibido de manera impecable por el CNE.
Advertencia. El espíritu de aquella sentencia Nro. 001 de fecha 5 de enero del 2016, lleva consigo la recta e inflexible aplicación del articulado de la Ley de Partidos Políticos, Reuniones Públicas y Manifestaciones relacionados con el proceso de renovación, ordenando al CNE colocar a disposición toda su moderna y sofisticada tecnología informática para erradicar viejos y amañados vicios como la doble militancia, el sistema biométrico arrojará los incuestionables resultados una vez vencido los lapsos de recolección y verificará cuales serán aquellos partidos que lograron alzarse con su relegitimación. El CNE fijó por mandato del TSJ y su Sala Constitucional una normativa y reglamento para regular cabalmente el proceso renovador y estableció expresamente que se tomará en cuenta la última manifestación de voluntad, es decir que aquellos aventajados electores, que a cambio de una atractiva dádiva, validaron por varias estructuras políticas solo aparecerán en la nómina de inscritos del último partido donde plasmaron orgullosamente su huella dactilar, quedando anuladas todas aquellas que realizaran previamente. Este escenario coloca en indudable ventaja y envidiable posición a todos los partidos que serán los últimos en acudir a esta extensa jornada de recolección, como es el caso de AD, UNT, PJ y Prove y perjudicaran directamente a aquellos que como Avanzada Progresista y Voluntad Popular, dieron formal inicio a la etapa de recaudación de militancia.
Los partidos pobres. Enorme tarea tendrán aquellos partidos opositores que negaron su participación en el moderno y misericordioso proceso de renovación estimulado por el CNE. Vente, ABP y la casi inexistente Causa R, tendrán tres opciones para seguir dentro del escenario político. La primera vía es fusionarse dócilmente a los partidos que lograron su validación, la segunda es la de crear un grupos de electores o transiten el duro sendero de la iniciativa propia, que en ambos casos y según la legislación electoral patria requerirá recabar el 5% de los electores, es decir que en Carabobo no bastará recolectar 7.741 manifestaciones, sino que serán 77.330 voluntades que tendrán que expresar su indeclinable deseo de pertenecer a estas infortunadas organizaciones partidistas. El último y utópico alegato es el de asumir la lucha armada o través del teclado como vía insurreccional o sediciosa.
El desprecio. En pasados días, el legislador Julio Rivas, con estrictas órdenes foráneas, llegaba a sentenciar que todos aquellos desleales dirigentes que abandonaron la otrora poderosa tolda amarilla para seguir de cerca las pisadas del Correlón pagarían, a muy corto plazo, el precio de su inconsecuente traición. Que la innoble conducta de los desertores y “su salto ideológico” serian saldada en los próximos días. Acusaba de debilidad intelectual e ideológica a Judith Sukerman, Carlos Graffe, Julio Castillo y decenas de dirigentes que en la actualidad lucen henchidos de orgullo su nueva y colorida vestimenta naranja. Ratificaba insolentemente que Alejandro Feo la Cruz carecía del más mínimo sentido de capacidad, temple y carácter. Que sus logros y trayectoria política se debieron a favores de índole familiar otorgados por su complaciente y gobernante parentela. El legislador Rivas había cumplido con la encomienda y Henrique Salas Römer, desde el exterior enviaba un esclarecido y evidente mensaje no sólo para los imperdonables ingratos, sino igualmente nos devela cuál será su conducta a corto y mediano plazo en Carabobo. “Correlón huid” parece ser la proclama pronunciada desde una habitación de cualquier espacioso hotel en New Haven. De nada valió la conmovedora, sentida y estremecedora misiva enviada por la edil Sukerman al añejo jerarca amarillo, donde entre sollozos y una que otra lágrima, trataba de justificar su impronta partida.
La venganza. Las palabras de Rivas en cuanto al inmediato resarcimiento por la bochornosa deslealtad, así como los anunciados lapsos para saldar la afrenta, nos lleva a la conclusión que todo estará centrado en socavar o dar al traste con el proceso de renovación de VP en Carabobo, ya que se advertirá que a Prove le corresponde su relegitimación posteriormente a la de la tolda de Leopoldo y sobre la base de que la última manifestación de voluntad será la que se tomará en cuenta para la validación. Ante esta legal realidad en pasados días se produjo en el recinto del parlamento regional una secreta y misteriosa reunión entre el legislador Rivas y dos reconocidas dirigentes oficialistas, ambas duchas en esos menesteres electorales. Rivas solicitaba la ayuda y soporte para obtener a través del CNE la data electoral de lo recogido por VP y explicaba detalladamente la sofisticada estrategia para reducir drásticamente lo recaudado y llevarlo por debajo del requerido 0.5% contando para el innoble objetivo con la anuencia y soporte financiero de varios miembros de Fedecamaras que aún guardan consecuencia con Salas Römer y sumado a ello estará el infalible Carlos Méndez que desde el sur de la Florida ha servido como diligente recolector de divisa americana y será el administrador del siniestro plan para impedir la renovación de VP en Carabobo.
El Carnaval del Correlón. El martes de carnaval, arribaba irreverentemente Alejandro Feo la Cruz a Puerto Cabello, predio natal de Henrique Salas e Ylidio Abreu, para asistir al centenario baile de la hamaca que se desarrolla en la población de San Millán. Rebosante de alegría y notoria felicidad recorría las diferentes calles y en cualquier esquina libaba un trago de leche de burra o acometía la etílica labor de tomar cocuy de penca. Al observar mayúscula efusividad no se llegaba a conocer con certeza si era producto de las carnestolendas fiestas o que ya había sido notificado desde la mismísima CGR de lo que sucedería tan solo dos días después y donde el buen Alejandro y sus compañeros de partido como Salvatore Lucchese y Ángel Álvarez fueron promotores de la extensa sanción. “Soy el candidato de toda la oposición” exclamaba a viva voz el hábil Correlón, cuadras atrás se llegaba a observar a un indignado y molesto Ylidio Abreu quien expresaba a sus seguidores, rememorando sus pasadas y lucrativas labores de envite y azar “ Alejandro no es candidato ni que me gané un terminal o triple”. Y esa es la verdad.
Con información de Notitarde