Una muestra de los icónicos vestidos, zapatos y pelucas de la legendaria cantante cubana Celia Cruz la «Reina de la Salsa», se exhibe por primera vez en República Dominicana, en una exposición sobre su vida y carrera musical de más de 6 décadas.
«¡Celia vive! La vida y música de Celia Cruz» es el título de la colección, inaugurada esta semana en Acrópolis y que recorre momentos importantes de su trayectoria a través de su vestuario, así como objetos personales, fotografías, cartas, documentales, como «Celia the Queen», y vídeos de conciertos.
La «Guarachera de Cuba», fallecida en 2003 y que este sábado cumpliría 90 años, es recordada por su alegría y su grito de «¡azúcar!», y además de deslumbrar al mundo con su potente voz, también lo hizo con su vestuario.
El presidente de la Fundación Celia Cruz, Omer Pardillo Cid, quien junto a la Fundación Pañoleta organizó esta exposición, explicó que Celia Cruz era muy cuidadosa con su ropa y lo guardaba todo, a excepción de las batas cubanas, que las dejó de usar y las fue regalando.
Del total de unos 300 trajes de escenario que se conservan de la artista, en esta exposición se pueden contemplar 11 vestidos que guardan relación con República Dominicana, algunos los usó en sus visitas al país, otros son de diseñadores dominicanos y con varios de ellos actuó junto a artistas como Ángela Carrasco o Johnny Pacheco.
Entre ellos figuran un vestido naranja y rojo diseñado por el dominicano Sully Bonelly que Celia usó para el lanzamiento de «La negra tiene tumbao», así como otro rojo que utilizó en un videoclip del tema «Me están hablando del cielo», escrito por el compositor dominicano William Liriano.
Liriano señaló que este tema lo escribió en Miami y que forma parte del álbum «La vida es un carnaval», que incluye la salsa «Él no te quiere na», escrita también por él y que le encantaba a Celia Cruz.
Tras el éxito de una exposición de trajes y objetos personales de Celia Cruz en el museo de Historia Americana (Smithsonian), donde hay una colección permanente, surge la idea de adaptar la muestra y presentarla en otros países.
El presidente de la Fundación Celia Cruz explicó que la muestra ya ha recorrido en los últimos dos años varias ciudades de EE.UU., Colombia, Costa Rica y México, y que hay conversaciones para que en los próximos meses viaje a Perú, así como a las ciudades españolas de Tenerife y Madrid.
En la muestra, que se exhibe en el Centro Comercial Acrópolis hasta el próximo 17 de noviembre, también se pueden ver turbantes, broches, gafas, collares, así como varios pares de zapatos de la artista, que emigró a EE.UU. en 1960, tras el triunfo de la revolución cubana en 1959, y no regresó nunca a la isla.
El albacea de la cantante cubana explicó que Celia Cruz decía que sus famosos zapatos de tacón invertido, diseñados por el mexicano Miguel Nieto, «eran espaciales porque era como estar en el aire».
La muestra también recoge el sello postal que le dedicó EE.UU. en 2011, así como una medalla de la Virgen de la Caridad de Cobre, de la que era muy devota, y con la que siempre viajaba y colocaba en su camerino así como en su mesilla de noche.
Omer Pardillo recordó que la primera vez que Celia Cruz llegó a República Dominicana fue en los años 50 con la Sonora Matancera, en la que tocaba el que luego sería su marido Pedro Knight, y que de ahí en adelante visitaba cada año o cada dos ese país con el que tuvo una gran relación, así como con toda Latinoamérica y España.
Una de sus grandes amigas españolas fue la cantante Lola Flores, cuya tumba no dejaba de visitar cada vez que iba a Madrid, según Pardillo.
Esta exposición se ha organizado para celebrar el quinto aniversario de la Fundación Pañoleta, que nació para ser un «importante apoyo emocional para los pacientes y sobrevivientes de cáncer», según explicó su presidenta, Rossy Liriano.
Con información de Listin Diario