Uno de los inviernos más fríos de los últimos años, se vive en la costa Este de Estados Unidos, el ciclón bomba ya ha cobrado más de 15 vidas y tiene a Nueva York aislada. La fuerte tormenta de nieve podría alcanzar proporciones históricas.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo aseguró: “No es una tormenta de nieve normal. Es una tormenta de nieve con vientos de gran velocidad que crean una situación grave”, según los meteorólogos, la tormenta podría alcanzar los 30 centímetros, tiene una potencia de viento comparable a la de un ciclón.
La tormenta Greyson, que ya causó la muerte de 16 personas y el cierre de los dos aeropuertos de la ciudad de Nueva York, se extenderá desde Florida hasta Maine, en la frontera con Canadá. Experimentar este tipo de frío extremo es poco usual en las costas más al sur. Un total de 41 millones de personas podrían verse afectados.
El Twitter el Servicio Nacional de Meteorología (NWS) alertó que “la masa de aire ártico continuará fuerte sobre los dos tercios orientales del país hasta el final de la semana”, por ende, se registrarán “temperaturas muy frías y vientos gélidos peligrosos” en la zona.
El NWS informó que, a causa de este muro helado, se registraron nuevos mínimos que acabaron con récords mantenidos durante décadas. En Dayton, Ohio, los 25 grados bajo cero registrados pulverizaron la marca previa de 1898, y en Salisbury, Maryland, se rompió el anterior mínimo de 1918. Se prevé que Baltimore, Nueva York, Filadelfia y Washington también alcancen bajas temperaturas nunca antes registradas.
En Georgia, el gobernador, Nathan Deal, declaró el estado de emergencia para 28 condados. Lo mismo hizo el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, quien declaró en emergencia la parte sur de ese estado. Las ciudades de Nueva Jersey y Atlantic City también están en alerta, y los colegios públicos de Washington, Nueva York, Boston y Filadelfia permanecen cerrados.
En los próximos dos días lugares como Nueva Inglaterra experimentarán la peor parte de la tormenta, pues desde el norte bajará una corriente de viento frío del polo, que, unida al ya existente ventarrón, podría llevar las temperaturas a extremos fríos nunca antes registrados en esa región.
Con información de El Espectador