Hace 190 años nació el notable pintor y máximo representante del movimiento neoclasicista, Martín Tovar y Tovar.
El 10 de febrero del año 1827, Caracas se convirtió en la cuna del hombre que retrató importantes obras de la historia venezolana y se identificó, por su excelente trabajo, como el pintor de la epopeya emancipadora de la nación.
En el año 1873, el artista fue encargado por Guzmán Blanco para realizar una galería de retratos de los principales próceres de la Independencia y otras personalidades de la vida republicana para el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo, además del gran cuadro de la La Firma del Acta de la Independencia, que se encuentra en ese mismo espacio.
En 1885, partió a Francia para ejecutar las nuevas obras encargadas, La Batalla de Carabobo (1887), La Batalla de Boyacá (1895), La Batalla de Junín (1895) y El Tratado de Coche.
A partir de 1890, Tovar y Tovar se dedicó completamente al paisajismo, su estilo tuvo marcada influencia en pintores como Herrera Toro y Arturo Michelena.
El crítico de arte Juan Cazadilla, al referirse a la pintura de Tovar y Tovar, señala que “trató de fundir la concepción lineal y escultórica propia del neoclasicismo con la exaltación cromática y el movimiento de las formas defendida por los románticos”.
Martín Tovar y Tovar muere en Caracas, el 17 de diciembre de 1902 a la edad de 75 años. Sus restos mortales se encuentran en el Panteón Nacional desde el 22 de septiembre de 1983.
Con información de VTV