Una vez más gracias a Sergio Ramos, salvo al Real Madrid y que clasificó este martes para cuartos de final de la Liga de Campeones. El club blanco le ganó al Nápoles 3-1 en un partido gris para los de Zidane.
Toni Kroos y Sergio Ramos, resolvieron el lio en el que estaba metido el Madrid que estaba sufriendo de lo lindo. Las cosas pintaban feas y apareció el capitán blanco para apagar el fuego napolitano.
No es la primera vez que la fórmula mágica funciona. Kroos tiene un guante en la derecha y Ramos es un martillo cuando el balón vuela en el área contraria. Los rivales lo saben pero no encuentran la manera de pararlo. Ramos siempre aparece bien colocado en la zona donde cae el balón.
Una mezcla letal que esta temporada ya ha significado seis goles: dos ante el Nápoles, dos ante el Málaga, uno ante el Deportivo y otra ante Osasuna. Modric y James, con una asistencia cada uno para Ramos a balón parado, son los otros socios del sevillano. Todo un especialista en el juego aéreo para decidir partidos.
El propio Sergio Ramos analizó en zona mixta los errores que había cometido el Real Madrid en la primera parte, un periodo del partido que los propios futbolistas han visto muy mal. No obstante, el capitán no fue partidario de citar nombres: “Cuando las cosas no salen es muy fácil señalar”, apuntó.
Con información de Marca y Cadenaser
