Ronald Jesús Ontiveros Bolívar (28), su hijo de 7 años y el más pequeño de la familia, un bebé de ocho meses, murieron carbonizados la noche del sábado, luego que un cortocircuito originara las llamas que consumieron la vivienda donde residían.
La tragedia se registró a las 8:00 de la noche, en el callejón El Limón del sector La Islita, parroquia Tacarigua del municipio Carlos Arvelo. De acuerdo a la información suministrada por los familiares en el lugar de los hechos, alrededor de las 2:00 de la tarde, la zona quedó sin suministro eléctrico por razones que desconocen y como en cada oportunidad deben esperar hasta dos días para que les restablezcan el servicio, a eso de las 8:00 de la noche, un grupo de vecinos decidió reparar la falla, ocasionando que la electricidad llegara a las casas, pero solamente durara algunos segundos.
Ya a esa hora, Ronald había llegado a su casa, la cual es un pequeño anexo situado en la casa de su madre, donde vivía con su esposa y los cuatro hijos de ambos. Debido al cansancio que él sentía, se acostó a dormir con la intención de descansar y a los pocos minutos, luego de cenar, sus dos hijos más pequeños lo fueron a acompañar en el cuarto hasta quedarse dormidos.
Se quedaron solos dentro de la vivienda, debido a que la esposa de Ronald aprovechó de salir con la niña de 13 años hasta la bodega para comprar pan, mientras que el otro hijo, el de 9 años, se encontraba con su abuela visitando a un tío, por allí en la misma zona.
En uno de esos minutos que se quedaron solos en la casa, fue cuando se registró el cortocircuito que presuntamente originaron los vecinos tratando de reanudar el servicio eléctrico.
Las llamas se expandieron por los rincones de la casa, consumiendo en su totalidad los enseres de la familia y ocasionando la muerte de los tres miembros de ésta, luego de algunos minutos de angustia y desesperación.
Cuando la esposa de Ronald estaba de regreso y se percató de la gran cantidad de humo que salía de las cercanías de su casa, comenzó a correr desesperadamente. Al llegar confirmó que se trataba de su vivienda , a la vez que vio gran cantidad de vecinos tratando de controlar el incendio y de poner a salvo a los niños y al padre de ambos.
Aunque ella se sumó al grupo de personas que trataban de socorrer a su familia, ninguno de los presentes pudo evitar que el adulto y los dos niños fallecieran a los pocos minutos, debido a la gran cantidad de fuego y de humo que se concentró en el interior de la vivienda.
Hasta la mañana de ayer, se encontraban reunidos en los alrededores de la casa los parientes y vecinos de las víctimas, quienes lamentaban lo ocurrido y lloraban al recordar los gritos que efectuaba el niño de 7 años, quien murió debajo de su cama tratando de refugiarse de las llamas, además del llanto del bebé a quien su padre sostuvo entre sus brazos tratando de salvarlo, pero el incendio le impidió concretar dicho acto heroico.
Con información de Notitarde