El comité central del partido gobernante de Zimbabue, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF, por sus siglas en inglés), ha destituido este domingo al presidente Robert Mugabe al frente de la formación.
Mugabe, de 93 años, será relevado en el cargo por el exvicepresidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa.
Según fuentes del portal MailOnline, este sábado Mugabe se declaró en huelga de hambre, lanzó amenazas y se habría negado a hablar.
Semana turbulenta en Zimbabue
A comienzos de esta semana, las tropas del Ejército zimbabuense se desplegaron en las calles de Harare, capital del país, y tomaron el control de la sede de la televisión estatal, después de lo cual anunciaron que no se trataba de un golpe de Estado. Asimismo, aclararon que el presidente Mugabe está sano y salvo y que su seguridad estaba garantizada. Los militares explicaron que se hicieron con el control de la ciudad con el objetivo de encontrar a los «criminales que rodean» al presidente para atajar «el sufrimiento del país».
«Ha sido quebrantada nuestra Constitución», reza un tuit de la ZANU-PF, que anuncia que Emmerson Mnangagwa presidirá la ZANU-PF «de acuerdo con la Constitución de nuestra organización revolucionaria». Estos hechos tuvieron lugar días después del despido de Mnangagwa decretado por el mandatario, paso que —según se considera— tomó para que su esposa Grace fuera su sucesora y encabezara el país.
Posteriormente, Mugabe confirmó en una conversación con su homólogo surafricano, Jacob Zuma, que estaba bien, pero que se encontraba bajo arresto domiciliario.
Robert Mugabe encabezaba la ZANU-PF desde 1974. En 1980, año en que Zimbabue se independizó de Reino Unido pasando a ser una república, Mugabe se convirtió en su primer ministro y más tarde, en 1987, en su presidente. En 2015 fue nombrado presidente de la Unión Africana.
Con información de Actualidad RT