Esta semana, las calles de varias ciudades del estado de Massachusetts, se han convertido en pistas de hielo en las que numerosos carros, animales y partes inferiores de edificios quedaron sumergidos bajo el agua congelada del Atlántico.
Este efecto se debió a que las aguas del mar entraron tierra adentro en diversas poblaciones empujadas por el «ciclón bomba» ocurrido esta semana. Ya que esta inusual marea fue acompañada por gélidas temperaturas, el agua se congeló durante unas 3 horas, detalló Actualidad RT.
La región experimentó estos días temperaturas que alcanzaron mínimos de hasta 30º C bajo cero. Esta inclemencia climatológica fue acompañada de fuertes ráfagas de viento y marejadas.
Massachusetts fue uno de los estados más castigados por esta tormenta, considerada como una de las más violentas de los últimos 40 años. Las olas que azotaron las costas podrían ser las más altas desde que se tienen registros.