Tal vez sea la primera y la última vez que en una corte de Estados Unidos se enfrenten monstruos y fantasmas de videojuegos contra Apple y Google.
Epic Games, el desarrollador del masivo juego Fortnite, demandó a los dos gigantes tecnológicos. Los acusan por prácticas contrarias a la libre competencia.
Fortnite es uno de los videojuegos más populares del mundo utilizado por unas 350 millones de personas. En él criaturas intentan apoderarse del mundo mientras los participantes del juego cooperativo intentan mantener a salvo a la humanidad. Epic Games ha lanzado diferentes paquetes de software con diversos modos de juego aunque comparten el mismo motor de juego y mecánicas.
La batalla legal se desató después que Apple y Google sacaran a Fortnite de sus tiendas de aplicaciones AppStore y PlayStore. Apple consideró que el desarrollador creó un sistema de pagos propio y que cobraba mientras usaba el sistema de compras de la tienda tAppStore. De manera simultánea Google retiró al videojuego por eludir el pago de comisiones.
La mayor tajada de los ingresos de Fortnite proviene de los jugadores de ordenadores o consolas, pero no de las plataformas móviles. Según datos de Sensor Tower recogidos por Reuters, los usuarios del juego en plataformas Apple se gastaron en julio unos 34 millones de dólares. En ese mismo lapso los de Android gastaron unos 2 millones de dólares.
Monstruos y fantasmas del dinero
Sin embargo, Epic Gmes no revela la cifra de usuarios de Fortnite en ambas plataformas. Los usuarios de Apple no podrán seguir jugando a Fortnite, pero quienes tengan dispositivos Android pueden descargar el juego a través de otras tiendas de aplicaciones alternativas a la de Google.
Tras el veto de los gigantes, saltaron los monstruos y fantasmas de Fortnite. Y es que las cifras del juego son cósmicas. Sólo en 2018 el videojuego obtuvo 2.400 millones de dólares de beneficio.
Según analistas de la industria el videojuego con 350 millones de jugadores, resulta un jugoso y espinoso negocio complejo de controlar. Por ello Apple y Google contraatacaron y eliminaron a Fortnite de sus tiendas de aplicaciones.
En su demanda contra Google, Fortnite asegura que no busca compensación económica. Exige «una orden que impida a Google seguir imponiendo su conducta anticompetitiva en el ecosistema Android».
Por lo pronto los monstruos y fantasmas del dinero saltan a la arena legal. Las estrategias de juego cuentan.
