Una higiene íntima masculina es necesaria cada día y requiere de cuidados especiales, muy diferente al resto del cuerpo para protegerla frente a agresiones externas e infecciones.
Tanto el femenino como el masculino, necesitan cuidados especiales y se debe tener mucha consideración al momento de realizar. Se habla de un órgano sensible; ya que tiene varias funciones sexuales, reproductivas, micción y la zona anal está muy cerca.
Además, que posee pliegues que favorecen la acumulación de secreciones, la hace más susceptible a la proliferación de microorganismos, como bacterias y hongos.
Existen hombres que creen que lavarse es solo echarse agua; pues no. Es necesario lavar su zona íntima con jabón neutro, por el PH.
En primer lugar, el agua, por si sola, no elimina los microorganismos, algo que sí ocurre con el jabón, al menos en gran parte.
También, hay que tomar en consideración que esta zona no está libre de secreciones; pues además de la orina y el esperma; la base del glande existen unas glándulas que secretan, lo que se conoce como esmegma, una secreción protectora y untuosa. La cual se debe lavar con jabón; porque si no se pone enrancia, puede provocar malos olores e irritaciones, especialmente en hombres no circuncidados.
Para tener una higiene íntima masculina se debe limpiar las ingles, el pene, los testículos, el escroto y la zona anal, de donde más bacterias provienen.
Además, las personas no circuncidadas deberán echar el prepucio hacia atrás para limpiar el glande y así eliminar todas las secreciones.
De igual manera, se debe aclarar bien para evitar irritaciones y secar completamente por la proliferación de hongos.
Lavarse a diario y después de cada relación sexual, o cuando se va al baño y luego de hacer deporte, es necesario.
Por último, evitar ropa ajustada, es recomendable suelta y de tejidos naturales, como el algodón, que dejan traspirar la zona.
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