Cada 01 de noviembre, los feligreses celebran el Día de todos los Santos para honrar y seguir pidiendo milagros a aquellas deidades para su protección.
Pertenece al calendario Litúrgico de la Iglesia Católica; y fue instaurado para honrar a todos aquellos santos que no poseen una fecha específica para su celebración. Incluso aquellas almas que ya han pasado al purgatorio y se encuentran en el reino de los cielos.
El Día de los Santos coincide con la fiesta pagana de Samhain, Fin del Verano, Halloween (All hallow’s Eve), que se celebra el 31 de octubre.
Sin embargo, en el siglo VIII, el Papa Gregorio III dedicó una capilla en la Basílica de San Pedro, para conmemorar esta fecha.
Es una celebración litúrgica para recordar a cada uno la necesidad de apegarnos al recogimiento espiritual; con el fin de alentarnos a llevar una vida ejemplar.
Es por ello que, se eleva una plegaria “Que Santa María Reina de los Santos nos conceda la alegría de servir con humildad a Dios esta tierra para verle y gozarle en la vida eterna”.
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