Este miércoles 05 de abril, los feligreses renuevan la fe con la procesión del Nazareno por las calles de Venezuela para dar gracias por los favores concedidos.
Desde hace años, una marejada de feligreses desborda la Basílica de Santa Teresa en Caracas para adorar al Nazareno de San Pablo o Limonero del Señor.
En cambio, otros acuden a sus feligresías para congregarse y así poder agradecer a Cristo los favores recibidos.
De hecho, muchos lo hacen ataviados con túnicas o ropa morada, orquídeas, crucifijos y otros símbolos religiosos para pedir salud, bienestar y paz. Mientras que otros, pagan su promesa recorriendo de rodillas o descalzos los espacios adyacentes a la Basílica.
El escultor español Felipe de Ribas esculpió la imagen del Nazareno de San Pablo, es una advocación de Jesucristo, es una talla realizada en madera de Sevilla.
Y la escultura representa el forzoso tramo sufrido por Cristo al llevar a cuestas la Cruz, y su rostro gacho lacerado por una corona de espinas muestra la voluntad de aceptación del dolor en lugar de todos los hijos de Dios.
Según la historia, en 1696 una epidemia de viruela azotaba la ciudad, así que los devotos de ese momento sacaron en procesión para pedir por los enfermos. Pero, en el trayecto, la talla tropezó con un limonero, de cuyas ramas se desprendieron los frutos y se alojaron en las espinas de la corona.
Los presentes entendieron que debían elaborar una bebida de limones que se le ofreció a los enfermos, obteniendo rápidamente su curación milagrosa. Por este hecho se la conoce también como El Limonero del Señor.
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