El aeropuerto de la isla británica de Santa Helena, catalogado como el “más inútil del mundo”, recibió este sábado su primer vuelo comercial y regular. La apertura de esta vía aérea pretende mejorar la conexión de la isla e impulsar el turismo, por tratarse de una de las más aisladas del planeta.
SA8131 fue el vuelo de la aerolínea sudafricana Airlink, partió desde Johanesburgo (Sudáfrica) y llegó a la isla luego de hacer una escala en Windhoek (Namibia). Según el sitio web de la aerolínea, desde este 14 de octubre la compañía operará vuelos semanales, de unas 6 horas de duración, cada sábado.
La isla ahora está conectada con Johannesburgo y una de las capitales sudafricanas, Ciudad del Cabo, de una manera más rápida, ya que antes se tardaban varios días en barco desde Ciudad del Cabo. Los precios del billete oscilan entre los 1.068 y 2.107 dólares.
La aerolínea usa para estos vuelos aviones Embraer E 190-100IGW, para solo 68 pasajeros. Airlink optó por estas aeronaves más pequeñas y menos populares que los aviones Boeing 737 para reducir riesgos, ya que el de Santa Helena es uno de los aeropuertos más peligrosos del mundo por el hecho de que el relieve que lo rodea causa un efecto cizalla, es decir, vientos que soplan en direcciones opuestas o con velocidades diferentes.
El Gobierno británico construyó este aeródromo, con un coste de casi 380 millones de dólares, para dar accesibilidad a esta isla volcánica de 4.500 habitantes entre África y Sudamérica y para que más turistas puedan visitar el lugar, adonde fue exiliado en 1815 Napoleón Bonaparte (tardó 10 semanas en llegar) y donde murió en 1821.
Al construirlo, quizá se les olvidó a los arquitectos y asesores que el recinto se encuentra en un lugar con fuertes vientos laterales que ponen en peligro a los aviones a la hora del despegue y aterrizaje, y que hicieron que desde su inauguración en junio del 2016 el aeropuerto solo tuviera un vuelo.
Con información de Actualidad RT