Venezuela después de haber experimentado una contracción económica histórica, producto de las sanciones norteamericanas (2015), redujo sus ingresos en un 99% según fuentes oficiales; Nuestro país muestra una economía donde el sector comercio representa al menos un 72% de la actividad económica, con mayor énfasis en importaciones no solo de productos terminados sino también de materias primas y pese a los esfuerzos de incentivar la producción interna, inclusive con algunos logros especialmente en el sector agroalimentario, todavía estamos atados al sistema de importaciones; lo que significa que de no aumentar nuestros ingresos en moneda transable internacionalmente, la actividad económica se verá afectada.
Venezuela durante el periodo pandémico 2020-2021 y parte del 2022 repuntó su actividad económica por varias razones: la principal, es que hubo un notable aumento del consumo originado por los envíos de remesas internacionales, permitiendo el acceso a los bienes y servicios a ciertos sectores de la sociedad; otro de los motivos importantes es porque se lograron notables aumentos en las producción petrolera que permitieron pequeños, pero significativos, ingresos de divisas, generando expectativas, y los capitales nacionales en el extranjero obtuvieran posibilidades de inversión.
En apariencia, el sector comercio, impulsado por el aumento del consumo, es posible que haya sobreestimado el crecimiento económico experimentando durante concretamente estos dos últimos años, la duplicación de sus importaciones y capacidades, aun cuando la economía de forma real creció un 18%.
Aunado a esto debemos hacer algunas observaciones:
El tipo de cambio fluctuante genera inflación hasta en divisas, esto como consecuencia de que el comerciante se protege previendo una devaluación posterior; en este punto, hay que resaltar la importante inversión que realiza el ejecutivo nacional para estabilizar la moneda, más allá de su impacto positivo en la estabilización del tipo de cambio, se sigue manteniendo un sistema que alimenta e incita al sector especulativo, privando a otros sectores de financiamiento para su crecimiento. Esta inversión no obstante pudiesen destinarse en parte, al crédito bancario en función del aumento de la producción no petrolera, acompañada de una política clara de exportación, y de estímulo crediticio del consumo interno, beneficiando al sector productor, y como consecuencia su crecimiento; y/o destinarse también al aumento de la producción petrolera, que es el sector primario que nos generaría mayores ingresos en divisas necesarias para poder aumentar el Gasto Público y mantener los diferentes mecanismos de estímulo a los ciclos de exportación no petroleros.
El cúmulo de tasas impositivas internas generan incompetitividad e inflación y va en contra del crecimiento económico; pasamos de 0 aranceles a una fase que generó una distorsión en la cadena productiva. Los aranceles Ad Valorem en todo su conjunto en promedio se ubican en 15% si le sumas el 16% del IVA, también las tasas portuarias 2,5% más algunos impuestos adicionales y además de esto el IGTF del 3%, La aglomeración de estos impuestos, en solo un eslabón de la cadena, sin contar con el de fletes (que tiene sus realidades), los de producción, distribución y comercialización, que por supuesto si los comparamos con otros países observaremos un cuadro bastante particular tanto en eficiencia como en competitividad; es necesario revisar la totalidad de tasas impositivas internas, para darle viabilidad a la producción local.
Como resultado de nuestra realidad inmediata el petróleo es todavía nuestra mayor ventaja competitiva, comparativa y absoluta, y por ende nuestros esfuerzos deben estar direccionados al aumento de la producción petrolera y sus derivados, cualquier aumento por más pequeño que sea se convertirá inmediatamente en circulante para nuestra economía.
Por último, en cuanto al sistema financiero, si nuestro país no se incorpora al sistema financiero internacional, que permita mayor eficiencia transaccional, ahorro y seguridad del agente económico nacional, nos encontraremos perdiendo un aporte fundamental. Hoy en día se está alimentando es al sistema financiero de otros países y no al nuestro, lo cual, de enfocarnos en este punto, nos permitiría aumentar la oportunidad crediticia.
Venezuela cuenta con muchas fortalezas, por sus recursos naturales y posición geo estratégica, el turismo es un sector sumamente importante que también da la posibilidad de permitirle ingresos netos al país en otras monedas.
Con Conciencia, Trabajo, y Amor Patrio derrotaremos las amenazas contra Venezuela, y construiremos nuestro destino histórico: el desarrollo y el bienestar del pueblo.
¡Venezuela siempre saldrá adelante! ¡Nosotros Venceremos!
Eco. Daniel Gómez
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